“A mis espaldas hay 85 hectáreas de maíz, 15 son de suelos salitrosos, y en 7 u 8 de ellas no crecía nada; ni maíz ni soja”, afirma Alejandro Aimar, un productor de Impira, comuna del departamento Río Segundo, en Córdoba.
Aimar relata que se trata de una zona compleja, con suelos con muchas variables, entre ellas el alto contenido de sodio, condición que dificulta una óptima implantación de los cultivos. Para encontrar una solución para poder producir en los ambientes con limitaciones, el productor buscó opciones junto a Franco Melano, el asesor técnico del distribuidor Royjo.
Así llegó a HUMIPLEX 50G® de UPL, un bioactivador granulado de origen natural compuesto de ácidos húmicos al 50% derivados de la leonardita, que mejora las propiedades del suelo. “Los ácidos húmicos que componen este producto optimizan la asimilación de nutrientes y neutralizan sales, mejoran la actividad microbiana y la capacidad de retener agua”, explica Paola Díaz, responsable de Desarrollo de Mercado del Centro y Norte de Córdoba para UPL Argentina. Díaz remarca que HUMIPLEX 50G® debe ser aplicado en la línea de siembra, incorporado junto con la semilla. Y se puede aplicar junto con el fertilizante a la siembra.
Volviendo al campo de Impira, Aimar cuenta que el 26 de diciembre sembraron el maíz y aplicaron la dosis recomendada de HUMIPLEX 50G® sólo en 15 hectáreas afectadas por la sal. Dejaron una parcela como testigo y, días más tarde, el 20 de enero, volearon 120 kilos de urea para completar el proceso.
¿Cuál fue el desenlace de esta experiencia? “Los resultados son muy positivos; en el testigo, donde no hicimos ningún tratamiento, las plantas están muy feas. Hay mucha diferencia con el área donde sí se usó HUMIPLEX”, pondera el productor, quien insiste en que “los resultados están a la vista”. Por su parte, Melano destaca que en la zona tratada no sólo el cultivo emergió sino que hizo su aporte de rendimiento pese a la falta de lluvias que afectaron la última campaña.
Según Paola Díaz, cuando recomienda HUMIPLEX 50®, lo que primero que hace -aparte de evaluar detalladamente el lote con análisis de suelo- es centrarse en el objetivo del productor, que siempre es mejorar el cultivo y achicar esas zonas menos productivas. “Tener más rastrojo y más raíces permite mejorar el suelo a largo plazo. Los resultados son más notorios cuando uno lo mira como una película y no como una foto”, finaliza.