Soluciones integrales para potenciar el rendimiento de maíz

El Dr. Fernando García propuso la tecnología de la “nutrición balanceada para achicar las brechas de rindes”.

En Río Segundo, Córdoba, Nutrien Ag Solutions, organizó una jornada técnica virtual anticipando la campaña de maíz 2021/22. El evento fue el marco para la inauguración formal del nuevo agrocentro de Río Segundo, el número 47 a nivel nacional.

La firma tiene una propuesta de valor integral bajo el concepto ‘Liderá tu lote’, con el objetivo de potenciar los rendimientos, a través de soluciones en protección y nutrición de cultivos, la mejor genética en semillas y aplicaciones con la última tecnología disponible.

En la jornada transmitida vía streaming, a campo desde Río Segundo, con la conducción del periodista Gustavo Mathieu, se realizaron dos charlas técnicas. En la primera, el semillero STINE, con quien Nutrien Ag Solutions posee un acuerdo de distribución exclusiva de sus híbridos de maíz en todo el país, presentó la genética para esta campaña. La segunda, “Nutriendo maíces de alto rendimiento”, estuvo a cargo del Dr. Fernando García, de la Facultad de Ciencias Agrarias Balcarce (UNMdP). También se compartió el portfolio de soluciones de Loveland que la compañía ofrece para la nutrición y protección de maíz en todo el ciclo del cultivo, destacando la tecnología de impregnación que hace más eficiente el uso de los nutrientes.

La propuesta de STINE fue presentada por Pablo Pistone, técnico comercial para centro y norte de la provincia de Córdoba, quien describió 3 líneas principales para maíz de la compañía, segmentadas en los ‘Cortos’, los ‘Petisos’ y las ‘Bestias’.

Los ‘Cortos’ son híbridos de madurez relativa de 110 a 114, con granos dentados y rápida tasa de secado. En este segmento, STINE está posicionado el ST9734-20 para planteos de alta productividad, donde el productor necesita liberar el lote más temprano.

Los ‘Petisos’ son híbridos de 115 a 118 días de madurez relativa, adaptados a altas densidades para todas las zonas maiceras de Córdoba. Dentro de éstos, Pistone destacó el ST9820-20, una planta de altura media, de alto potencial especialmente en fecha de siembra tardía o de segunda, con tecnología Víptera3 (protección de insectos) y una madurez relativa de 118 días. Florece una semana antes que cualquier híbrido del mercado, lo que le permite al productor elegir la mejor fecha de siembra para que la floración sufra el menor estrés.

Las ‘Bestias’ son los híbridos de ciclo completo, con madurez de 119 a 123 días, enfocados a siembras de primera o tempranas en la zona central maicera, con excelente peso electrolítico y perfil sanitario. En este segmento, Pistone describió el ST9910-20, de altura de planta media-alta, alto potencial y estabilidad, con tecnología Viptera3. Espiga rígida y alta prolificidad: “puede poner una segunda espiga”. Buen comportamiento frente a roya y Mal de Río Cuarto; y buena tasa de secado. “En 37 ensayos en la campaña pasada con el ST9910-20, obtuvimos un promedio de 103.8 quintales contra el promedio de 99,6 quintales obtenidos por otros híbridos del mercado, 4,2% más”, comentó el especialista del semillero.

Finalmente, Pistone anunció que esta campaña STINE lanza el ST9741-20 de 114 días, cuyas principales características son su precocidad, con gran potencial de rendimiento, sumando también el buen perfil sanitario, dándole una gran tolerancia a Roya, Tizón y Mal de Rio IV.

Nutrición para maíces de alto rendimiento

A su turno, el Dr. Fernando García propuso la tecnología de la “nutrición balanceada para achicar las brechas de rindes”. Graficó que en ensayos realizados por la Red Nutrición de Rotación de CREA Córdoba Norte, de la que Nutrien Ag Solutions forma parte, en Colonia Almada, Piquillín y Totoral, el promedio de rendimientos de los maíces sin aplicación de nutrientes fue de 8.000 kilos, mientras que en los lotes en donde se realizó un tratamiento de nutrición balanceada se alcanzaron en promedio 9.900 kg/ha.

García destacó los 4 nutrientes que son deficientes en los suelos del centro y norte de Córdoba: el nitrógeno (N), el fósforo (P), azufre (S) y zinc (Zn). “Para hacer una tonelada de grano de maíz necesitamos alrededor de 20 kg de N y, para que entren 20 kg de N a la planta, se necesitan 30 kg de N en el suelo”, dijo Garcia, quien describió que la planta tiene 3 fuentes de abastecimiento: el N acumulado en presiembra, el que se va a mineralizar durante el ciclo del cultivo y el que libera el cultivo antecesor.

Con el análisis de suelo se pueden determinar los “umbrales críticos” para el logro de los rindes esperados. García afirmó que el rastrojo de vicia -cultivo de servicio o antecesor- puede aportar hasta 90 kg de N por ha de maíz, es decir, 3 toneladas de maíz por hectárea.

En el caso del fósforo, el experto en nutrición de cultivos aseguró que en los últimos años hay una disminución marcada de P. “Se saca más de lo que se aplica. Hoy hay más áreas con respuesta probable a la aplicación”. Pero además marcó que se da “una alta variabilidad entre lotes”, por lo que recomendó hacer aplicación variable: “aplicarlo en donde realmente el cultivo y el suelo lo necesitan”. Específicamente, recomendó que cuando el P del suelo está por debajo de 12-15 partes por millón (ppm) “hay alta probabilidad de respuesta a la aplicación en maíz”.

Sobre el azufre, García dijo que es un nutriente que le da “un plus” de rinde al maíz. Su recomendación fue “balancear” el nivel “aplicando dosis equivalentes a las que se lleva el maíz, aproximadamente 1,5 kg de S por tonelada de maíz”.

Finalmente habló del zinc, “el maíz es particularmente sensible a la deficiencia de este nutriente”. García afirmó que “hay alta probabilidad de respuesta cuando se está por debajo de 1 ppm de zinc en suelo”.

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