De todas maneras, se espera una siembra muy trabada y difícil en este año, con grandes dudas de cuánto podrá implantarse finalmente.
La falta de agua acecha a gran parte de la región pampeana. En los últimos días hubo un repunte de la actividad esperando el auxilio de las lluvias pronosticadas. Se han sembrado casi 1,5 M de ha, un 8% de las 17,1 M de ha intencionadas para este ciclo 2022/23. El retraso respecto al año pasado es notorio: es de un 11%. Respecto a las lluvias pronosticadas el Dr. Aiello y el consultor Elorriaga dicen: “Los pronósticos de corto plazo indican la probabilidad de lluvias sobre la franja oeste de país, inicialmente débiles y aisladas pero que se irán potenciando y ganando área sobre parte del centro y norte argentino. Si bien no se esperan acumulados demasiado abundantes las precipitaciones pueden ser relativamente generalizadas y un alivio en aquellos sectores con perfiles menos castigados”. Advierten que “si se valida el modesto escenario de lluvias previsto, la presión pluvial para la segunda quincena del mes va a ser muy importante”.
Poco maíz sembrado y golpeado por heladas tardías
La incertidumbre por la falta de agua arrincona al cereal. Se estiman que 100.000 ha que pasarán de maíz a soja. De esta manera el guarismo pasa de 8,0 a 7,9 M de ha en noviembre (6,9 M ha para grano comercial).
El avance de la siembra nacional ha alcanzado el 25% del área nacional. El retraso es del 18% respecto al año pasado. Se llevan implantadas casi 2 M ha de las 7,9 M ha de intención total. A los problemas de implantación por siembras con el agua muy justa se han agregado el daño por bajas temperaturas en lotes de la provincia de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos. Se observa desde faltantes de plantas hasta lotes que deberán ser resembrados.
Fuente: GEA