Soja: la capacidad ociosa de la industria es el 62%

La sequía que impactó en la cosecha agrícola de la campaña en curso, junto con la combinación de tres años consecutivos Niña, dejó una producción de soja un 50% más baja en comparación con el ciclo previo, alcanzando el nivel de cosecha más bajo en lo que va del siglo.

Como consecuencia, la industria aceitera sufrió uno de los mayores efectos colaterales, siendo que utiliza el grano de soja como principal insumo para la producción de harina, aceite y biodiesel.

En el marco de este brusco descenso de la producción no resulta sorprendente que el volumen de importaciones de la oleaginosa alcance números récords como forma de sostener la oferta de soja y la industrialización local. En el siguiente gráfico se observa que, según los datos provistos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), de abril a agosto se acumularon 6,4 Mt de importaciones de soja, registrándose como un máximo histórico, y más que duplicando el mayor volumen alcanzado en 2020/21 para igual período. De hecho, cabe mencionar que en lo que va del año hasta agosto se llevan acumuladas 8,2 Mt de importaciones de la oleaginosa, y que el volumen importado en los primeros siete meses del año ya superaba el récord anual de compras al exterior, que se había alcanzado en 2018.

No obstante, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) informó el pasado viernes que el crush de la oleaginosa alcanzó 2,1 Mt durante el mes de agosto, y lleva acumulado apenas 14,0 Mt en lo que va de la campaña. De esta manera, a pesar del volumen récord de importaciones, la molienda de soja en los primeros cinco meses del ciclo vigente se registra como la más baja desde 2004/05.

En este contexto, resulta interesante analizar la capacidad actual de molienda de nuestro país y la capacidad ociosa que estos magros volúmenes de crush dejarían. Según estimaciones propias, la capacidad teórica de molienda de oleaginosas de la industria aceitera en Argentina totalizaría 67,5 Mt anuales en plantas activas, en tanto el crush de soja alcanzaría tan sólo 25,6 Mt en la campaña 2022/23. Consecuentemente, se estima que la capacidad ociosa de la industria para la campaña actual ascendería a 62%.

Por su parte, teniendo en cuenta que las importaciones de la oleaginosa llevan acumuladas un récord de 6,4 Mt en lo que va de la campaña, y que se estima que asciendan a 10,8 Mt en todo el ciclo 2022/23, se observa que la capacidad ociosa de la industria sin importaciones alcanzaría el 78% durante la campaña en curso.

  • Comenzó la siembra de maíz temprano en Argentina, pero la falta de lluvias retrasa el avance.

Como es sabido, en el mes de septiembre se inicia la siembra de maíz temprano, entendiéndose como tal al grano sembrado hasta mediados de octubre, en términos generales, aunque dependiendo de la región del país. Como se observa en el gráfico a continuación, la siembra de maíz del ciclo 2022/23 registró un progreso lento, evidenciado por el hecho de que su avance marca mínimos en los últimos cinco años como consecuencia de la sequía y la falta de humedad en los suelos.

Según datos de SAGyP, la siembra de maíz para el ciclo que dará inicio en marzo de 2024 ya comenzó con un avance de 9% respecto del área estimada a sembrar. La implantación del cultivo no sólo muestra un retraso de 3 p.p. a comparación del año previo, sino que se encuentra 9 p.p. por detrás del promedio de las últimas 5 campañas, como resultado de la falta de lluvias que está generando un gran déficit de humedad en los suelos en zonas productivas claves. Entre las provincias donde se registró un mayor avance en relación con años anteriores se encuentran Buenos Aires y Córdoba, en tanto la siembra en Santa Fe y Entre Ríos progresa más paulatinamente.

Como consecuencia, de acuerdo con información de GEA, la falta de lluvias necesarias para el período de siembra del grano amenaza con reducir las hectáreas que se estiman sembrar, y los productores podrían optar, en su lugar, por sembrar una mayor área de soja de primera.

  • Se proyecta una caída de la producción y exportación de maíz de Brasil de cara a la próxima campaña.

Durante las últimas décadas, Brasil ha demostrado un enorme potencial agrícola, llegando a obtener volúmenes de cosecha récord durante la campaña vigente. Este crecimiento en su producción llevó a que en la campaña 2022/23 el país vecino desplace a Estados Unidos como principal exportador de maíz a nivel mundial, según datos estimados del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). Con una producción del cereal estimada en 137,0 Mt, se calcula que las exportaciones de Brasil para la campaña 2022/23 totalizarán 57,0 Mt, en tanto las exportaciones del país del Norte rondarán en apenas 42,3 Mt.

No obstante, los productores de maíz en Brasil se enfrentan actualmente a márgenes netos muy pobres como consecuencia de altos costos de insumos, malas perspectivas de demanda y la presión de la cosecha en curso de Estados Unidos, que presiona los precios a la baja. Estos bajos ingresos podrían traer aparejada una disminución en la superficie plantada del cereal para la próxima campaña, disminuyendo la producción en un 6% y poniendo en riesgo el primer puesto de Brasil en el ranking de exportadores de maíz del mundo. (BCR)

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