El último informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que en gran parte de Buenos Aires, sur de Córdoba y Santa Fe, y noroeste de Entre Ríos las últimas tormentas dejaron un saldo positivo con milímetros que valen oro y cambian la historia de las próximas semanas de los cultivos de verano. La peor parte sigue llevándosela Córdoba. Allí, en el centro provincial sigue la preocupación y esperan con ansiedad que la próxima tormenta pronosticada para miércoles y jueves destrabe siembras y mejore las condiciones de sus cultivos.
Tormentas de variada intensidad con un fuerte carácter de dispersión se desplegaron este último fin de semana. En Buenos Aires, el corredor que cruza en diagonal el SE y se une con el centro norte de la provincia, es la zona más favorecida, con lluvias de entre 30 y 60 mm, como se observa en la imagen. El norte bonaerense recibió un bono de precipitaciones cercano a los 50 mm, que encamina a los maíces hacia excelentes condiciones de desarrollo. En Chacabuco fueron 58 mm, en Lincoln 54, Rojas y pinto recibieron 48 y Pergamino cierra el podio de los más favorecidos con 44 mm. Se destacan las zonas del sur de Santa Fe y el sur de Córdoba con lluvias de 30 a 15 mm, cómo también recibió, aunque en forma más dispersa y acotada, el área que va de Pellegrini, e Irigoyen hacia el NO entrerriano.
Aumenta la brecha del atraso de la siembra en Córdoba
El centro de Córdoba apenas recibió unos chaparrones de 2 a 5 mm, que no han servido para destrabar las labores. Los guarismos de avance a nivel provincial siguen arrojando números en rojo, la soja apenas pasa el 68% (3,65 M de ha implantadas de un total de 5,38), cuando debería mostrar un avance de 80%. El maíz con un 65% implantado, es decir 1,22 M de ha (sobre 1,88 totales), va detrás en 10 puntos, respecto de los promedios de avance de las últimas cinco campañas.
Si se dan las condiciones adecuadas, la situación podría cambiar en los cuadros cordobeses. La tormenta que se iniciaría por la región el miércoles 21 y que podría extenderse hasta el viernes 23 de diciembre tiene chances de cambiar el mal escenario del que penden unas 7 millones de ha.
