El meteorólogo Leonardo De Benedictis estimó que a partir de septiembre el escenario climático pasará de neutral a evento Niño, por lo que proyectó mayor frecuencia de lluvias, ausencia de heladas tardías y granizo con menor violencia, aunque más generalizado.
De Benedictis explicó cómo funciona la llamada “siembra de nubes”, que se practica fundamentalmente en la zona cuyana del país a través de aviones y cohetes antigranizo.
“La siembra de nubes se aplica a nivel global. No evita que llueva, contrariamente al mito que dice que bloquea las tormentas“, señaló, y remarcó que el método “lo que genera, justamente, es lluvia”. “El avión o el cohete larga yoduro de plata, que logra evitar que se forme una capa de hielo. Lo que elabora son ‘núcleos de condensación’, que crecen como gotas de agua y no como piedras, lo cual no daña tanto al cultivo“, explicó.
Consultado acerca de la creciente utilización de esta práctica, que se ve fundamentalmente en Mendoza, donde se invierte en la compra de aviones, el meteorólogo aseguró que “se observa mucho porque los resultados son bastante buenos”, aunque aclaró que “no siempre funciona”. “Hay que sembrar en un momento determinado, a una altura determinada, con ciertas características”, agregó.
Lo cierto es que las famosas “pedradas” complicaron a los sectores hortícola, tabacalero y vitivinícola el último año. Sin embargo, De Benedictis pronosticó que en 2018 los eventos se darán “con una violencia menor en comparación con la Niña“.
“Serán tormentas con piedras en un sector amplio, no acotado. El riesgo está, de todas maneras”, adelantó.
CÓMO SIGUE EL CLIMA PARA EL RESTO DEL AÑO
“Con el Niño, habrá focos de lluvia por encima de lo normal en Argentina. Siempre hay un retardo en los impactos. Se empieza a calentar el Pacífico y se genera un tipo de circulación particular que trae humedad a nuestro país”, detalló De Benedictis.
Los efectos se darán principalmente en el Litoral y la provincia de Buenos Aires, es decir, la zona este del país, junto con Uruguay y sur de Brasil. En tanto, en el Cuyo o La Pampa, las lluvias empezarán a disminuir.
“Comparada a la campaña anterior, la próxima será mucho mejor. Pero nos puede jugar una mala pasada la distribución de las lluvias. Sería bueno que sea un Niño más equilibrado, con precipitaciones más parejas y no todas de golpe como sucedió en el ciclo pasado”, explicó.
En cuanto a las temperaturas, el experto indicó que “las máximas serán bajas y las mínimas elevadas, es decir, poca amplitud térmica”.
Así, previó pocas chances de heladas tardías, y destacó que en noviembre no deberían registrarse episodios, al contrario de lo que ocurrió en 2017.