“Se viene abajo el trabajo monetario y cambiario del BCRA”

El viernes 4 de abril, se conocieron los espantosos números de la Secretaría de Hacienda, para el mes de febrero. Es notable el des-manejo en prácticamente todos los rubros que componen la Cuenta de Ahorro, Inversión y Financiamiento. Teniendo en mente que la recaudación tributaria del mes había sido muy buena y la de enero mejor aún, llama la atención que Economía llegue a los siguientes resultados:

– El Déficit primario fue de M$ 5.627, cuando un año atrás había logrado un superávit de M$ 204.

– El Financiero asciende a M$ 7.762, contra M$ 526 de hace un año.

– Si al Financiero se le agregan las transferencias, básicamente del Sistema de Seguridad Social (M$ 1.502), que se suman a los M$ 129 que seguramente recibió Hacienda del Banco Central (si es que no pasó el rastrillo por otra área oficial), se llega a un Déficit Financiero de M$ 9.513. Anualizado representa prácticamente el 3,5% del PBI, un porcentaje similar al que resultó en todo el año 2013, de elecciones, y de una política monetaria completamente laxa del Banco Central, en materia de financiamiento (se emitieron más de M$ 94.000, que expandieron la Base Monetaria, sólo por esta causa, en un 37% interanual).

– El Ministro no se puede quejar de los Ingresos Tributarios que recibió Economía, ya que crecieron al 40,5%, en tanto los de la Seguridad Social lo hicieron al 29,7%. Como se ve, la cifra tributaria supera ampliamente cualquier cálculo de inflación interanual. Pese a ello, Hacienda debió recibir transferencias por M$ 1.751, que si bien son 46,9% inferiores a las “alocadas” de 2013, suenan completamente innecesarias, en caso de que hubiera existido alguna clase de política de reducción de gastos o, por lo menos, de acompañamiento de los mismos a la evolución inflacionaria.

– Así, incluso considerando las Rentas de la Propiedad (transferencias de ANSES; básicamente), los Ingresos Totales crecieron al 30% mientras que los Gastos lo hicieron al 44,4%.

– La deuda o los vencimientos de la misma, no son excusa, -aunque crecieron a nivel interanual, 195%-, ya que si uno deduce estos compromisos financieros, aún así, el gasto crece al 42,1%. Como se ve, entre 12 y 14 puntos de diferencia con respecto al crecimiento de los ingresos, incluidos los obtenidos por la vía del financiamiento de la ANSES. ¡Volvé, Lorenzino!!!.

– El Gasto Corriente creció 46%, con las Remuneraciones, -y tal vez sin aumentos paritarios-, aumentando al 41% y el Gasto en Bienes y Servicios al 60%. Las Transferencias Corrientes subieron 50,5%, motivadas por las efectuadas al Sector Privado, léase tarifas públicas (60,2%). Las Provincias recibieron 14,3% adicional (corriente), en tanto que el Déficit Operativo de las Empresas Públicas se multiplicó por 3.

– Los Gastos de Capital crecieron 31,5%, más o menos como la inflación, aunque se transfirieron recursos a las Provincias por un 70% adicional, en tanto la Inversión Real Directa en cabeza se la Nación, creció 22,7%. 

¡Un verdadero desastre!. No al cuete demoraron tanto en publicar los datos. Seguramente ya los tenían y esperaron mostrar las acciones proactivas (o de confianza) de: a) vuelta al mercado de deuda voluntaria en pesos; b) toma, por YPF, de MU$S 1.000, a diez años, al 8,75%, con fuerte concentración de los vencimientos de capital, a finish y c) anuncios de ajustes tarifarios en gas y agua y acuerdos sobre tarifas eléctricas con las Provincias, para que se congelen los valores de las que no reciben (o reciben pocos) subsidios.

La recaudación de marzo.

Si bien no fue tan buena la captación en marzo, aún así el total de los Recursos Tributarios creció 30,6%, con la AFIP aportando 33,0% adicionales, de los cuales 42,2% se explica por la suba de los de origen aduanero y 29,5%, por el incremento de los de origen interno (DGI). El Sistema de Seguridad Social aumentó sus ingresos al 24,3%, bastante por debajo de la tasa de inflación.

El Sistema Previsional debería ser revisado, ya que -en los números de Hacienda- muestra ingresos que crecen por debajo de la inflación y gastos que lo hacen por lo menos 10 puntos por encima de la suba de precios. Particularmente, en el mes de febrero, el desequilibrio corriente habría alcanzado los M$ 3.323, justificativos del 59% del Desequilibrio Primario del Tesoro. A la crisis por los subsidios tarifarios, se le empieza a sumar la producida por la alegre incorporación de jubilados sin aportes, al Sistema, que ya de por sí tenía inconvenientes económicos y financieros, a los que no debe dejar de incorporarse el devengamiento de costas por los juicios “por congelamiento”, aún sin sentencia.

Las Provincias recibirán un 32,2% adicional de recaudación y no se pueden quejar, ya que en los primeros tres meses del año, la suba percibida fue del 36,5%, siempre por co-participación directa y automática de impuestos nacionales. Recuérdese que, adicionalmente, las Transferencias de Capital mencionadas más arriba, crecieron un 70% en febrero. Parece que “hay baile en el boliche”.

Finalmente, destaca la suba del 33,7% en los Derechos de Exportación y del 28% en los de Importación, sobre todo en un mes como el de marzo, donde todavía no se registra el aluvión de la cosecha. La diferencia la hacen las Retenciones y Percepciones de Aduana que, para el caso de Ganancias, se incrementaron un 49,7% y para IVA, lo hicieron al 52%. Así, cualquiera recauda. Ojo, que es menos ingreso futuro.

La cuestión monetaria.

El Informe Monetario Semanal del BCRA, al 28 de marzo, muestra cambios tendenciales muy significativos -y preocupantes-, en la política de la Autoridad Monetaria.

Se profundiza la reducción de Base Monetaria y de Circulante Monetario, ya que en lo que va del año han caído 7,4 y 8,3%, respectivamente.

El Central sigue emitiendo para comprar Reservas (muy poco), pero ha vuelto a hacerlo para financiar al Sector Público, por el cual perdió sólo en la semana cerrada el 28 de marzo, MU$S 292 en Reservas (MU$S 807 en lo que va de 2014).

La emisión semanal para el Sector Público fue la friolera de M$ 12.928, cuando hasta hace una semana, venía siendo prácticamente mínima. Por esta razón, seguramente el BCRA continúa colocando LEBACs y NOBACs en dólares y en pesos, y sosteniendo una tasa de interés relativamente alta, si se la compara con la evolución de otras variables monetarias. Por ejemplo, estuvo pagando más de 30% anual en pesos, mientras que la Base Monetaria, interanual, crecía al 15,5%; el M1 lo hacía al 25% y el M3 (que contiene los depósitos bancarios) al 23, 3%.

Hay que encender las luces de alerta, en cualquier sistema bancario, cuando las tasas nominales son ampliamente superiores al porcentaje de crecimiento, también nominal; en los stocks.

Por supuesto que en este marco, el contado con liqui perforó la barrera de los $10 para cerrar a $/U$S 9,65, mientras que el Dólar bolsa lo hacía a $ 10,13. La iliquidez privada contrasta con la farra pública.

Salta a la vista que el Banco Central está empezando a perder la batalla fiscal que Economía, obviamente, no está dispuesta a dar , sobre todo a juzgar por los resultados comprobados de febrero, y por los que uno puede intuir para marzo, donde, insistimos, la variación mensual en la asistencia del Central al Tesoro, alcanzó lo M$ 10.888 (al 28/03), un valor bastante superior al déficit de Hacienda de febrero (incluidas las transferencias), que fuera de M$ 9.513, como se dijo.

En síntesis, se viene abajo el trabajo monetario y cambiario del Banco Central, y se incurre en serios riesgos de empezar a incrementar el llamado Déficit Cuasi-fiscal, ya que volvió el financiamiento monetario al Tesoro en marzo. Las cuentas de febrero, publicadas por Hacienda, fueron verdaderamente espantosas. El 0 (cero) de Hacienda en febrero, podría llegar a tenerlo el Central en marzo. ¿Se sacará 10 la Aduana con la soja, en abril?.

Autor: Lic Jorge Ingaramo

Comentarios