China, que es el principal importador de soja, incrementaría sus compras para la campaña actual a 94 millones de toneladas, lo que implica una revisión al alza del 5,6% en los últimos dos reportes según estiman desde el USDA en su análisis de oferta y demanda mundial.
Ante este escenario, Brasil sería el principal beneficiario de la cuota de un mercado que se expande, incrementando su nivel de exportaciones a 85 millones de toneladas para el ciclo 2019/20, siendo 10 millones de toneladas superior al registro de la campaña previa, y consolidándose como líder en la exportación de soja. Teniendo en cuenta los elevados volúmenes que lleva exportando Brasil en estos meses, podría darse la oportunidad de que Argentina también reciba una mayor demanda de poroto de soja para empalmar con la llegada de la cosecha estadounidense.
Ahora bien, si nos centramos en la campaña 2020/21, Estados Unidos vería una recuperación de sus exportaciones del 24% a 55,8 millones de toneladas, de la mano de la materialización del acuerdo comercial con China, que incrementaría aún más sus importaciones a un nivel récord de 96 millones de toneladas. Las expectativas se ven respaldadas en los negocios informados en el último tiempo, que cuentan con fecha de entrega a partir del mes de septiembre, época en la que ya ingresa la cosecha norteamericana.
De esta manera, y junto con una mejora en la demanda interna de soja para molienda, Estados Unidos proyecta una caída de los stocks finales a su menor nivel en cinco años. La siembra norteamericana avanza al 86% del área, bajo condiciones favorables que avalan la una recuperación productiva en el ciclo 20/21 respecto del año anterior, el cual se vio afectado por excesos de lluvias en la región del Midwest.
En lo que respecta al mercado de maíz el foco de atención se centra en las siguientes cuestiones:
– La definición de la safrinha en Brasil: Ante la falta de lluvias en la región sur, consultoras privadas recortaron sus estimaciones de producción del maíz de segunda ocupación brasileño. Sin embargo desde el USDA no convalidan los ajustes y mantienen su proyección de producción en 101 millones de toneladas para el ciclo 19/20.
– El impacto del etanol en Estados Unidos: La caída en la actividad general por el coronavirus se trasladó a un menor consumo de etanol, biocombustible que se produce a base de maíz y para el que se emplea casi un tercio de la producción total en Estados Unidos. Con el reinicio paulatino de la actividad, se viene observando una recuperación en los niveles de producción que brindan sostén al precio del cereal en Chicago.
– Producción en Estados Unidos: Las proyecciones para la campaña 20/21 son de una producción record que alcanzaría 406 millones de toneladas, y que conllevaría a niveles de stocks finales muy elevados. Acompañada por las favorables condiciones climáticas, la siembra se encuentra terminada, adelantándose del ritmo promedio, y los cultivos muestran un desarrollo que permite ser optimista.
En trigo, el panorama internacional se centra en la evolución del comienzo de la cosecha en el hemisferio norte, donde se concentra casi el 80% de la producción total. Las preocupaciones en torno a la primavera seca en la región europea y del Mar Negro finalmente se vieron aminoradas y el impacto sería de menor consideración, dejando un escenario de amplios niveles de suministros, sumado a una gran recuperación productiva en Australia del 71% a 26 millones de toneladas.
En Argentina, la cosecha de maíz tardío se adelantó y el avance nacional cubre el 61% del área, alcanzando un ritmo de 18 puntos porcentuales por delante del año anterior. En las últimas semanas, la comercialización interna mostró una mejora en los volúmenes negociados, a partir de la mejora del precio disponible del cereal, el cual se ve soportado por un elevado nivel de compromisos de embarque por parte de la exportación.
En cuanto a soja, la cosecha se da por terminada con una estimación de producción que converge en torno a las 50 millones de toneladas para la campaña 2019/20.
La siembra de trigo de la campaña 2020/21 en nuestro país progresa a buen ritmo y cubre el 41% del área intencionada, que se estima en 6,8 millones de hectáreas, y sería la mayor en más de una década. Actualmente, las labores se están viendo afectadas por la falta de humedad en la región norte y en la provincia de Córdoba. Sin embargo, las condiciones se mantienen favorables sobre la principal área productiva ubicada en la provincia de Buenos Aires.
Autor: Análisis de Mercados – FYO
