En línea con el proceso de recuperación de la actividad, la producción total de maquinaria agrícola creció un 10,8% en los primeros cinco meses del año, en tanto que las ventas de cosechadoras treparon un 3,3% y las de tractores lo hicieron un 4,1 por ciento.
Así se desprende de un informe de IES Consultores, que da cuenta de la mejora por el cambio en las condiciones políticas y económicas para la producción y por la necesidad de recambio de maquinaria, además del financiamiento por parte de la banca oficial.
“La recuperación de la rentabilidad del sector agrícola está generando una mayor inversión y utilización de tecnología, que se traduce en una reactivación de la demanda de maquinaria agrícola, tras un período de desinversión en los últimos tres años que dejó al sector con un parque obsoleto. Además de la necesidad del recambio de la flota de maquinaria para modernizarse y ganar competitividad, diversas entidades financieras (principalmente bancos públicos) están ofreciendo líneas de financiamiento con bajas tasas de interés para incentivar la compra de maquinaria”, sostiene el informe.
Según el trabajo, en las ventas por sectores se registró un “fuerte repunte de las sembradoras”, por la actual campaña de trigo y la demanda para la nueva siembra de maíz. En tanto, en tractores y cosechadoras los aumentos en las operaciones fueron “más suaves”.
“Las ventas totales de cosechadoras en unidades físicas en el acumulado de cinco meses de 2016 verificaron un aumento de 3,3% con respecto a igual período de 2015, mientras que las ventas de tractores tuvieron un incremento acumulado de 4,1% en este período con relación a 2015, y mantuvieron un nivel aceptable al compararlo al promedio del último lustro”, precisa el trabajo.
Como ya se mencionó, la producción aumentó 10,8%, con un total de 5969 equipos. De todos modos, en este punto IES Consultores subraya que pese a esa performance la actividad “aún opera en bajos niveles históricos y con capacidad ociosa”.
“Hay que destacar que el volumen total de producción permanece en un bajo nivel tras la merma productiva de 2014 y de 2015, con lo cual en 2016 la producción será inferior a la de 2013”, explica el trabajo.
Por clase de equipos, el incremento productivo “estuvo impulsado por la fuerte recuperación en la fabricación de equipos medianos y pequeños”, que habían caído en 2015, ya que la producción de equipos grandes tuvo una evolución dispar en lo que va de 2016.