Sin embargo, según las Cámaras empresariales del sector, la dificultad para llegar a ese número y encontrar personal para levantar la uva de esta temporada está siendo un problema. Sobre todo, teniendo en cuenta que la vendimia se adelantó por las altas temperaturas.
Es situación se repite todos los años. Sin embargo, vuelve a recobrar fuerza y estar en el tapete en un año en el que la cosecha se adelantó unos 10 días.
Un dilema sin resolver
Desde la Asociación de Viñateros mencionaron que entre los motivos por los cuales a los productores se les complica conseguir mano de obra se debe al “viejo temor de que por trabajar durante los meses de cosecha pierdan los planes sociales, las asignaciones familiares”.
Sebastián Lafalla, directivo de esta Cámara, explicó la cosecha se ha adelantado, aproximadamente entre 7 y 10 días. Por lo tanto, “la demanda en ese momento fue mayor a la oferta”.
La consecuencia, según indicó Daniel Rodríguez, productor y directivo de la Asociación de Viñateros, es que las cosechas terminan demorando más de lo normal; “lo que podría levantarse en una semana se termina demorando dos o más. Claramente, esta situación trae un perjuicio a la uva que debería levantarse en tiempo y forma en el momento justo de madurez”.
Asimismo, y al igual que su colega, mencionó que la falta de cosechadores lo atribuye al miedo que tiene la gente de trabajar y luego perder las asignaciones, dinero mensual que lo tienen asegurado durante todo el año y no lo dejan de percibir si trabajan en la cosecha.
Por ello, “es que muchos quieren levantar la uva pero te exigen que no los pongás en blanco, metodología que no se puede implementar”.
Pero además de esta situación, Daniel Rodríguez indicó que la necesidad y el placer de trabajar en el campo ha disminuido de generación en generación. Así las cosas, “es que cada vez encontramos más gente migrando de la ciudad en busca de trabajo”.
Distinta y en algunos puntos similares fueron las declaraciones de Fernando Podestá, Director de Manpower, empresa tercerizadora. Según dijo,” en esta primera etapa de cosecha no han tenido grandes inconvenientes, a pesar de que se adelantó. Para ello, hicimos un trabajo previo de reclutamiento en Luján y Tunuyán”.
Sin embargo, coincidió en que este tipo de perfiles están saliendo del mercado para volcarse a otros rubros. “Año tras año es más difícil el reclutamiento”. Fuente: Laura Saieg – Los Andes