Sandías a Brasil

18 de abril de 20018 - La idea es exportar e importar a la Argentina en contratemporada

Hace poco más de un año el empresario Marcelo Ferrer presentaba en sociedad una sandía de piel negra, sin semillas y de tamaño pequeño -3 a 4 kilogramos promedio-. Se trata de la Variedad Pingo 12, nuevo nombre comercial de la sandía Fashion que plantea ahora un desafío binacional con Brasil:

-Luego de la etapa de investigación y desarrollo, ¿cómo marcha ahora el proyecto de la sandía “ex Fashion”?

-La verdad que muy bien. Ahora estamos trabajando en el nuevo proyecto Pingo 12, su nuevo nombre comercial, para poder estar exportando e importando desde Brasil esta hortaliza. Es decir, complementarnos en las temporadas en que se produce aquí y no en Brasil y viceversa.

El objetivo es tener continuidad todo el año tanto en la oferta como así también en la calidad y cantidad que el mercado necesita.

– ¿Cuáles son sus principales características?

– Se trata de una sandía negra, de un peso de 4 a 5 kilogramos en promedio. Sin semillas. Con carne muy dulce y crocante. Hay incluso de 3 kilogramos y su tamaño más pequeños.

-¿Ya han podido hacer ensayos comerciales con Brasil?

– Este año no pudimos hacer operaciones comerciales por una distorsión muy circunstancial en los fletes, justo en el momento de traer y llevar el producto desde y hasta Brasil, salía como $100 mil el flete y no lo podíamos cubrir.

Estamos analizando dos opciones de transporte. En camión y en barco, siempre considerando no sólo el costo del flete, sino también los mercados de Brasil a abastecer.

– Es un producto más pequeño, pensado para las mujeres…

-Exactamente. Es un producto de éxito comercial marcado en los mercados por su tamaño fundamentalmente. Su tamaño de 3 a 5 kilogramos lo hace más apto para la compra de la mujer a diferencia de la sandía tradicional de unos 12 kilogramos. Además con esa sandía tradicional ocasionaba incluso problemas en la comercialización e incluso de higiene.

Ahora con Pingo 12 uno puede llevarse el fruto cerrado a su casa. Es un producto muy bueno al que el consumidor se está encaminando definitivamente.

Gracias a esta realidad ya está muy avanzado el acuerdo con Brasil.

– ¿Cuál es el canal principal de ventas en ese mercado?

– Nosotros comercializamos mediante una cadena de fruterías en Brasil, presente en algunas importantes ciudades. Ellos se están volcando a comercializar sandías únicamente de la variedad Pingo 12, por su tamaño y características organolépticas.

– ¿Cuánto demanda esta verdulería?

– Esta cadena demanda aproximadamente unas 2,5 hectáreas de sandías por semana. Tener este fruto no les ocupa lugar, tiene buena rotación, por que no tiene que fraccionar una sandía de 12 a 14 kilogramos con lo engorroso que es.

– ¿Qué dijeron los genetistas Nunhems de esta sandía?

– Los genetistas se fueron maravillados de San Juan. En Europa estos frutos se obtienen mediante injertos. Acá nosotros no injertamos. Allá lo hacen porque el pie resiste muchas enfermedades que acá no existen. Por ende no hacen falta los injertos.

– A esta altura del año, ¿podemos arriesgar ya un plan de siembra para la próxima campaña 18-19?

– Sí. Nosotros estamos planificando un programa de siembra de una 40 hectáreas de este cultivo. La idea es compartir este desafío con otros productores con los cuales venimos trabajando.

Las siembras serán en diferentes puntos de la provincia a fin también de reducir los riesgos climatológicos.

– Finalmente, ¿todo va encaminado a la reducción en costos?

– Sí. La verdad es que debemos reducir costos sí o sí para sobrevivir en el sector. Siempre estamos buscando la reducción frente a la suba a los costos por otro.

La idea es ser un país cuya oferta exportable pueda competir en precio. En nuestro caso, por ejemplo, incorporando tractores de menor porte y tecnología de última generación en formación de camas para siembra y el trasplante mecánico, hemos logrado un ahorro de U$S 1.000 en promedio.

Fuente: Diario de Cuyo

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