“Después de las elecciones va haber importantes anuncios para la carne. Serán para la industria exportadora”, dijo el funcionario.
Una de las medidas que están en análisis es una rebaja de las retenciones. Y la idea es que alcancen a todos los productos cárnicos de exportación, que hoy tributan un 15%. Algunas fuentes dicen que se reducirían a un 5 por ciento. También estaría en evaluación algún estímulo por el lado de los reintegros a las exportaciones.
El año pasado, las ventas al exterior del sector representaron US$ 1190 millones, con unos 180 millones de dólares por retenciones para el Estado.
En abril de 2012, el Gobierno hizo un retoque en los derechos de exportación sólo para los productos termoprocesados, que se elaboran con vacas que llegaron al final de su ciclo productivo. En ese momento, se redujeron del 15 al 5% para evitar el cierre de una planta que el grupo brasileño JBS-Swift, referente en termoprocesados, tenía en Venado Tuerto.
Igual, la medida no frenó el cierre. Y esa planta pasó a engrosar la lista de 128 establecimientos que en el país dejaron de operar debido a una crisis generada por la intervención oficial en el mercado.
La intervención del Gobierno en el sector destruyó la actividad exportadora: en 2005, la Argentina fue el tercer exportador de carne del mundo, con 771.000 toneladas. En 2012, con 183.000 toneladas, cayó al puesto número 11. El negocio se achicó 75 por ciento.
Cuando, en abril de 2012, se bajaron las retenciones a los termoprocesados, los industriales tenían la promesa de Moreno de que en el segundo semestre del año se iban a disminuir los derechos para el resto de los productos. Pero ese compromiso nunca se concretó.
Ahora, el Gobierno parece retomar la iniciativa. Según trascendió, Moreno admitió que el precio de la hacienda de los productores debe mejorar para que no complique a otros productos sustitutos, como el pollo y el cerdo. De acuerdo con los productores, los valores de la hacienda no han tenido una variación significativa en los últimos dos años y medio, mientras los costos no dejaron de subir más del 20% por año.
“La carne está barata en relación con el pollo y el cerdo y puede afectar a esos productos. Por eso, hay que ayudar a la exportación”, fue el diagnóstico del funcionario.
En este contexto, el Gobierno teme que se inicie -para algunos expertos, ya es un hecho un nuevo ciclo de liquidación de stock luego de que se perdieran 12 millones de cabezas vacunas. La alta participación de las hembras en la faena total, con un 43%, está en un nivel crítico que prendió las luces de alerta.
Atraso cambiario
Para la industria, la reducción de las retenciones podría ser un alivio. Además de los derechos, el sector quedó afectado por el atraso cambiario.
Por la pérdida de competitividad y los controles sobre la exportación, fue quedando cada vez más carne en el mercado interno. Entre enero y septiembre de este año se consumió en el mercado interno 92,7% de la producción total de carne vacuna y sólo se exportó 7,3 por ciento, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra).
Una tímida mejora en las ventas al exterior de carne vacuna (sin contar menudencias y vísceras) se dio entre abril y agosto de este año, ya que, con 60.279 toneladas, hubo un alza del 27,1% respecto de igual período de 2012.
Con más de 15.000 puestos de trabajo perdidos en los frigoríficos por la crisis en el sector, quien entre otros ha pedido a Moreno por las retenciones al sector es José Fantini, secretario general de la Federación del Personal de la Industria de la Carne. El sindicalista dijo que el tema de las retenciones “es una deuda pendiente” del Gobierno. Recordó que “la Presidenta se comprometió conmigo hace un año y medio” a abordarlas. Hoy, Fantini se reunirá con Moreno por éste y otros temas que afectan a la actividad.
Fuente: Agromeat