La actual es la peor campaña girasolera de los últimos cuarenta años. La superficie sembrada no superó las 1,4 millones de hectáreas y la producción final estará entre 2 y 2,3 millones de toneladas.
Una actividad generadora de 2200 millones de dólares anuales, en toda su cadena de valor, apenas alcanzará los 1300 millones. El desaliento es generalizado en todos los eslabones de la cadena.
La Argentina ha perdido, por mucho, el liderazgo que ostentó en el mercado mundial de aceite de girasol. En el 2002 Argentina producía el 19,8%, hoy solamente el 6,8% del total mundial de aceite de girasol. Tenía una participación del 55% cayendo hoy al 8,8% del comercio internacional. Ucrania, que en el 2002 producía el 11,3% y exportaba el 16% del girasol mundial, en la actualidad produce el 29,8% y comercia el 57,8% del aceite del mercado mundial