Las excesivas lluvias que no cesan desde principios de abril han frenado totalmente la cosecha de soja y de maíz, justo en el mes cuando debía comenzar con mayor ritmo los trabajos de recolección.
En el caso de la soja, sin cosecha, no hay oferta disponible y la situación de los exportadores e industrias de aceites se torna muy complicada pues no pueden cubrir los compromisos de embarques y sus planes de molienda. Para graficar la gravedad de la situación hay que analizar la cantidad de camiones a la descarga en los principales puertos de up river . A mitad de semana había para descargar 729 camiones de soja, de acuerdo con el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, cuando en años normales ingresan entre 6.000 y 8.000 para abastecer las diez plantas aceiteras.
Entre el 7 abril y el 3 de mayo el lineup de vapores a la carga registraba 546 mil toneladas de soja, 2,321 millones de toneladas de harina de soja y 543 mil toneladas de aceite.
Por el atraso en el ingreso de soja disponible a los puertos estos vapores, que son compromisos de ventas y embarques previamente asumidos por los exportadores y aceiteras y deben cumplirse en un determinado tiempo, no pueden ser cargados. Esto genera sobrecostos por la demora diaria que se deben pagar los cargadores de los buques, lo que genera mayores costos operativos de embarques y caída en la competitividad del sector exportador.
Otro de los efectos colaterales no deseados es la caída en el ingreso de divisas, mientras el productor no venda su cosecha, los exportadores no pueden liquidar divisas y esto provocara un menor ingreso de dólares a la economía en su conjunto. Se proyectaba un volumen de ventas de soja por parte de los productores de 18 a 20 millones de toneladas en el trimestre abril junio, por un valor entre 6.300 y siete mil millones de pesos.
Esta proyección ahora es muy difícil de cumplir, pues en el primer mes de arranque de la cosecha ya se puede confirmar que hay una caída en la oferta diaria de soja disponible del 70 por ciento con respecto a un año normal.
La consecuencia en los mercados provocó una de las mayores subas diarias de los últimos años; por caso la soja disponible subió el miércoles 15 dólares y cotizó a 245 dólares. Este precio era impensado tres semanas atrás cuando se previa un volumen de oferta durante abril de 5 millones de toneladas, equivalentes a 5.500 camiones diarios.
Los exportadores están pagando por la soja disponible el precio de la necesidad y de la incertidumbre, pues se pronostican nuevas lluvias durante el fin de semana. De ocurrir estas lluvias, la cosecha seguirá frenada en muchas zonas agrícolas, las pérdidas de rendimiento y calidad seguirán en aumento, y el mercado continuara con la actual tendencia de pánico alcista.
Para aquellos productores que tienen posibilidad de vender soja disponible, les recordamos que nadie se fundió por ganar poco. Hoy se puede vender a 245 dólares, un valor impensado semanas atrás, y el productor debe mantener la mente fría y si le conviene vender, debe hacerlo. No sea que por esperar una suba mayor, el mercado revierta su tendencia. No hay que olvidar que los productores nunca venden en suba, siempre venden en baja corriendo el mercado de atrás. La frase final: “los mercados nunca anuncian la baja”.
Autor: Pablo Adreani