La asociación de la cadena del maiz y el sorgo está llevando a cabo, con el apoyo de CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), una iniciativa para calcular la Huella de Carbono de cuatro productos de la cadena de valor del maíz y del sorgo.Las empresas participantes del Proyecto son CARGILL (maíz convencional), DACSA (maíz flint), GLUTAL (almidón de maíz) y PROMAÍZ (bioetanol).
A continuación, una entrevista a Ignacio Greco, de la empresa DACSA, que participa con maíz Flint, sobre algunas impresiones del proyecto.
– ¿Qué motivó a su empresa a participar en el Proyecto Huella de Carbono MAIZAR?
Ignacio Greco: Entre nuestras iniciativas hace muchos años venimos temas ambientales y la Huella de Carbono de nuestros productos es de interés para nuestra cadena de suministro. Sabemos que las herramientas existentes parten de supuestos que no aplican para la condición agroecológica de producción de maíz en Argentina. Entendemos que los resultados que se podrán determinar estarán por debajo de los valores que reflejan las herramientas disponibles. Es primordial que los datos que se obtengan sean validados y comparables con los estándares internacionalmente aceptados.
– ¿Cómo recibió el equipo de trabajo este nuevo desafío?
I.G.: Con mucho entusiasmo como todas las iniciativas que emprendemos en este sentido. Hemos sido pioneros en que MAIZAR trabaje en este área pues creemos firmemente que será de beneficio parar el sector maicero argentino que es altamente eficiente.
– ¿Qué cambio de expectativas se ve en el mercado en relación al impacto en el cambio climático?
I.G.: Notamos en el mercado Europeo una demanda sostenida de información en estos temas. Ya en nuestros reportes de Responsabilidad Social y en las diferentes plataformas de intercambio de información se solicitan datos vinculados a la Huella de Carbono.
– ¿Esperan resultados particulares a partir de los resultados obtenidos en este trabajo?
I.G.: Como se ha dicho anteriormente creemos en principio que los resultados deberían ser mejores que los que las herramientas disponibles muestran. La combinación de siembra directa, uso del nitrógeno, eficiencia del cultivo de maíz en relación al carbono y clima de buena parte de la producción argentina esperamos reflejen valores de emisión de carbono acordes a las expectativas.
– ¿Qué impresiones generales podría compartir en esta etapa inicial del proyecto?
I.G.: Son los primeros modelos y datos pero vemos con optimismo que empresas líderes de este sector están comprometidas en trabajar en el proyecto convencidas del beneficio que generará para el sector en su conjunto. (Fuente: Maizar)