“Son diversos los motivos por los cuales un inversor decide comprar un campo, en este caso vamos a tratar de diferenciar los Económicos de los Culturales”, explica Damián Bonifazi responsable de la División Campos de Banchio Propiedades.
El informe del especialista para ON24
Por el lado de los Económicos, la decisión de tomar posesión en un inmueble rural, está más relacionada al análisis del contexto económico local y las perspectivas internacionales que demuestren la evolución favorable en el precio de este activo. En estos podemos incluir a personas cuya actividad principal no está vinculada al ambiente del agro, por el contrario, habitualmente, se encuentra ligada a la industria o al comercio.
En un país donde el pasado nos refleja con una gran inseguridad jurídica, el resguardo de valor puede llegar a ser el principal motivo. Esto llega como resultado de tener la plena seguridad que su capital va a estar sin riesgo alguno.
Además, la capitalización patrimonial juega un papel muy importante. Si tomamos como referencia que un campo de los más productivos en el corazón de la pampa húmeda, allá por el año 2000 se podía obtener fácilmente en el orden de los U$S 3.000 por ha y 15 años después estos superaron la barrera de los U$S 20.000, puede hacer lucir a este motivo como uno de los más atractivos.
La nula amortización convierte a la tierra como una inversión perfecta. Todos los campos con un uso racional pueden conservar sus características físicas a lo largo del tiempo sin tener ningún tipo de depreciación, sino por el contrario, desde el 1900 que sigue su valor en suba.
La rentabilidad, si es medida como un hecho aislado puede que no se muestre como un punto ganador en relación a otras alternativas de negocios. Normalmente no supera el 3% anual, pero estos inversores entienden que al no existir amortización, este número se transforma en muy apreciable, porque la misma va a existir por siempre.
La tierra al ser un bien irreproducible lo convierte en único. Como la palabra lo dice, significa que no se puede fabricar o construir. Quien desee adquirir una propiedad, tiene que encontrar una parte vendedora dispuesta a intercambiarlo. Si bien se realizan operaciones libres, no se muestra un mercado totalmente fluido como puede ser el urbano.
También podemos sumar el sentido de posesión; existen muchos inversores que se vinculan al mercado intangible, como puede ser Bonos o Acciones, pero muchos necesitan de algún modo poder ver y tocar lo obtenido y una fracción de tierra cumple con creces esos requisitos.
Desde la colonización, el sentido de pertenencia de la tierra juega un papel preponderante en la psiquis de las personas. En una sociedad donde se liga a los propietarios rurales a un grupo elitista, hay quienes quieren y tienen el deseo de estar dentro de dicha elite. Si bien no es un motivo por el cual alguien decide realizar su inversión, es innegable que tiene un condimento adicional muy particular. Sin ir tan lejos, a principios del siglo pasado, nos encontramos con inmigrantes Europeos recién llegados a nuestro país con la ambición de obtener su porción de tierra. Así fue, que 50 años después, bajo el Gobierno de Juan Domingo Perón y mediante la expropiación a grandes terratenientes, muchos de estos pudieron forjar dicha situación y poder adquirir sus chacras por intermedio de créditos accesibles. De aquí nacen los productores agropecuarios con motivos Culturales. Esta breve reseña histórica nos puede ayudar a representar el pensamiento actual de este tipo de inversor. Estos, analizan también los motivos económicos, solo que su decisión va a tender a sumar la mayor cantidad de hectáreas, independientemente del contexto internacional a largo plazo. Ellos, identifican a la adquisición de un campo como un objetivo de vida.
Conclusión:
Se puede entender que la compra de un campo, siempre tiene un componente emocional muy importante, tanto sea para personas que estén o no relacionadas al ámbito agrario. Esto es algo que les surge en muchos casos a personas con una sensibilidad muy alta, que enlazan a la compra de un campo con el DESEO de despertar un día con la sensación del SUEÑO CUMPLIDO.