Polémica por la ley de semillas

El ministro de agroindustria, Ricardo Buryaile, presentó en el congreso el proyecto para modificar la ley de semillas, que cuenta con el aval de los productores.

De todas maneras, el punto de conflicto pasa por la normativa sobre el uso propio de la semilla. La posibilidad de multiplicarla por parte del productor. Como Argentina tiene la naturaleza como ventaja, la semilla se reproduce con calidad y sin problemas.

Según informa el diario Clarin, la ley permite usar parte de la cosecha de soja o trigo para volver a utilizarla en la siguiente campaña como semilla. Pero ahora el productor deberá pagar un derecho a las semilleras por las siguientes tres campañas si siembra en la misma superficie comprada. Y al cuarto ciclo no deberá pagar más.

Si abarca una superficie mayor, deberá abonar la diferencia. Quedan exceptuados los pueblos originarios y quienes tengan una facturación anual menor a $ 1,8 millones (tres veces la categoría más alta del monotributo).

Según Guillermo Bernaudo, jefe de Gabinete de Agroindustria, hoy el 70 al 80% no reconoce la propie- dad intelectual, “con la ley habrá obligación”, indicó a Clarín. Para los semilleros es un plazo exiguo que desalienta la incorporación de tecnología. Alfredo Paseyro, de la Asociación de Semilleros, advirtió: “Un kilo de grano de maíz vale 15 centavos de dólar, pero un kilo de semilla de maíz cuesta 10 dólares. “Con la ley, Argentina renuncia al valor agregado”, resaltó.

 

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