Desde la entidad advirtieron que, “como consecuencia de esta realidad, desde 2002 a la fecha se cerró un tambo por día. En total, dejaron de funcionar 4903 tambos”.
Dada la profundización de la crisis, los productores solicitaron a los senadores la declaración de la emergencia económica para la producción lechera, que contemple, entre otras herramientas, exenciones impositivas y medidas financieras efectivas.
“Hoy, el sector necesita medidas urgentes que puedan ayudar a enfrentar la profundización de la pérdida de competitividad, como consecuencia de las restricciones a las exportaciones, la intervención de los mercados, la inflación, y la elevada presión fiscal”, explicaron.
A los perjuicios provocados por la macroeconomía, se sumó la caída internacional de los precios. En lo que va del año, el valor de la leche en polvo en el mercado mundial tuvo una reducción del 65%. Las proyecciones indican que el mercado no se normalizaría hasta mediados del año que viene.
Al mismo tiempo, en el mercado interno, el precio de la leche al consumidor aumentó un 611%, desde 2006. En algunos productos lácteos el aumento fue mayor aún. Por ejemplo, 789% en el caso del queso tipo cuartirolo. En ese mismo período el incremento del precio que recibió el tambero fue mucho menor: 420%.
“La contundente descapitalización de los productores y el crecimiento de su endeudamiento hacen inviable que puedan afrontar esta realidad sin que se declare la emergencia de esta producción a nivel nacional y se instrumenten las medidas urgentes para paliar esta crítica situación”, dijo la entidad en un comunicado.