Una de esas estrategias que comienza a diagramarse es la de fertilización: el maíz es uno de los cultivos que mejor responde al aporte de nutrientes; devuelve esa inversión con una mejora de los rindes.
Como la implantación está a un mes de comenzar, incluir “arrancadores” a la siembra es una de las alternativas para lograr este salto productivo.
Compo Expert, por ejemplo, propone el uso de Easy Start: un microgranulado de entre 0,5 y 1,5 milímetros que se incorpora en la línea de siembra y que si bien está elaborado sobre la base de fósforo y nitrógeno, también posee hierro, zinc y manganeso.
Según Edgardo Arévalo, Gerente de Desarrollo de la firma para Latinoamérica, la principal ventaja de este arrancador es que al ser microgranulado se solubidiliza más rápido, lo que significa que necesita menos agua para que el nutriente se incorpore al suelo.
Se trata de un factor clave en el marco de una campaña que muestra un marcado déficit hídrico, con vastas zonas del país que llevan tres meses sin una gota de agua.
“Las plantas requieren 16 elementos y los fundamentales son nitrógeno y fósforo, que son los que están más deficientes en los suelos argentinos. Easy Start lo que hace es una rápida entrega de fósforo que es fundamental para lograr mayor eficiencia: ese mineral es clave para la planta, es el transportador de energía que tiene el cultivo”, subraya Arévalo.
Uno de los beneficios que genera el fósforo es similar al del zinc: un mayor desarrollo radicular. “Ese mayor volumen de exploración bajo tierra mejora el uso del agua y de los nutrientes que aporta el suelo”, agrega el asesor de Compo Expert.