La correcta nutrición de los cultivos es uno de los parámetros fundamentales para maximizar los niveles de rendimiento y lograr una producción eficiente a lo largo del tiempo. Los bioactivadores de Nidera, lanzados al mercado argentino en 2013 y comercializados bajo el nombre Nutridor, constituyen un complemento a la fertilización tradicional, con la finalidad de mejorar la calidad de granos y frutos, e incrementar los rindes. Recientemente, la empresa puso en marcha una red de ensayos para mostrar la performance en el campo de esta nueva tecnología.
“La red de ensayos está compuesta por 33 sitios distribuidos en distintos lotes comerciales de productores y cooperativas que están relacionados a la cadena de distribución de Nidera en Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe. Son clientes de la red de Unidades de Servicio y Extensión Nidera (USEN) y otros distribuidores de nuestros productos”, cuenta el Ing. Matías Retamal, perteneciente al Servicio Técnico de Nidera Nutrientes y coordinador técnico de la línea de ensayos de Nutridor. “En algunos casos, son los dueños de las empresas distribuidoras quienes llevan a cabo los ensayos, interesados en probar la tecnología”, agrega.
“El objetivo de todo este trabajo es mostrar a campo la performance de los bioactivadores en este primer año. En última instancia, lo que buscamos es que, a través de nuestra cadena de distribución, los productores puedan tenerla en sus campos, y contar con la información para asesorarlos y responder a todos sus requerimientos”, sostiene el responsable de la red.
“Además, estamos trabajando en otros 10 ensayos con instituciones como el INTA, las universidades, asesores privados y referentes zonales, que significan una importante inversión económica en extensión por parte de Nidera”, resalta Retamal.
La red de ensayos comenzó a diagramarse, según el técnico, antes del inicio de la siembra de la gruesa, focalizados en un 90% en soja y el resto en maíz. “La idea de la línea Nutridor es que se extienda a otros cultivos, como ser trigo, vid, olivos, frutales de carozo, arroz, etcétera. Pero debido a la época en que comenzamos a hacer los ensayos, los tenemos limitados a estos dos cultivos”, explica el técnico.
Los ensayos se realizan de acuerdo a lo que la empresa denomina el Plan Nutridor: “El producto –apunta Retamal– tiene un rendimiento de indiferencia en soja de 120 kg/ha y de 220 kg/ha en maíz. Si los bioactivadores superan dichos rendimientos, el cliente paga el producto, mientras que si ocurre lo contrario, Nidera cubre su costo”.
En cada uno de los sitios, los productores destinan una parte del área de los cultivos a la evaluación de la línea Nutridor. “Por ejemplo, en una superficie de 100 hectáreas, un productor hace 50 con los bioactivadores, y 50 sin el producto. Luego se evalúan parámetros visuales, de macroescala, y otros de microescala, para lo que se toman muestras de las plantas. Así, se miden la inserción de los nódulos, masa radicular, nivel de exploración del suelo y nodulación, todo esto en forma comparativa con las plantas no tratadas con el producto”, indica el coordinador de la red.
Actualmente, se están llevando a cabo evaluaciones de los parámetros fenológicos y haciendo una medición de los valores macrovisuales tras la aplicación del Nutridor L. “Estamos tomando nota del tamaño de planta, número de nudos, inserción y momento de floración. Todo esto incidirá en los rendimientos finales, junto con las condiciones ambientales”, explica Retamal. “Previamente, al aplicar Nutridor S, evaluamos en el campo el vigor de semilla, nacimiento, uniformidad y número de plantas logradas, así como también el vigor de dichas plantas. Luego, fijamos la atención en la coloración de las hojas, desarrollo, índice de área foliar, cierre anticipado del surco, y otras características que el producto brinda a la planta. Finalmente, tras la aplicación de Nutridor K, en estadios reproductivos avanzados, evaluaremos el rendimie nto final, la sanidad de granos y su vigor, el peso hectolítrico, peso de mil de granos, concentración de proteínas y porcentaje de aceites, ya que el producto es una fuente de potasio para el cultivo y promueve el mejoramiento del estado nutricional”, detalla el técnico de Nidera.
Qué son los bioactivadores
Los bioactivadores son sustancias que promueven el equilibrio hormonal de las plantas, aumentando la división y el alargamiento celular. Así, estimulan la síntesis de clorofila, la fotosíntesis, la diferenciación de yemas florales y aumentan la absorción de nutrientes. Contienen ácidos húmicos y fúlvicos que actúan como generadores de nutrientes y microelementos quelatizados, como coadyuvantes (apolares) para fungicidas, insecticidas y herbicidas, que facilitan la absorción de los mismos. Asimismo, contienen vitaminas que controlan procesos fisiológicos responsables del crecimiento y la producción.
Nidera ofrece esta tecnología en tres presentaciones: Nutridor S, un producto para aplicaciones foliares y tratamiento de semillas que, entre otros beneficios, induce a la germinación rápida y uniforme, aumentando el vigor y poder germinativo de las semillas tratadas; Nutridor L, una solución de aminoácidos de origen vegetal, cuyos beneficios incluyen el proporcionar al cultivo una mayor tolerancia a condiciones de estrés y temperaturas extremas, para aplicación tanto foliar como al suelo; y Nutridor K, un complemento nutricional que contiene 22% de potasio soluble, para tratamientos foliares.
“La intensificación agrícola conduce a la aparición de nuevas necesidades para los cutivos, entre ellas una mayor demanda de nutrientes en un corto período de tiempo, aumento bioquímico y fisiológico de la eficiencia de la planta, incremento de la productividad y un menor impacto en la pérdida de la productividad por pérdida de las hojas como consecuencia de plagas, enfermedades y estrés hídrico, entre otros factores”, sostiene Retamal, y añade: “Los bioactivadores vienen a satisfacer esa demanda, ya que aumentan la eficiencia de la planta, aún en situaciones de estrés o ambientes desfavorables”.
“Es necesario remarcar que los productos de la línea Nutridor son un complemento a la fertilización, y que no suplantan una fertilización de base, a la siembra, ni una fertilización suplementaria. Esto también implica que tampoco reemplazarán la falta de micronutrientes, ni la aplicación en el momento inadecuado”, advierte el técnico, para luego concluir: “Debemos ser conscientes de que el recurso suelo y su potencialidad productiva está en nuestros manos, por lo que debemos cuidarlo, realizarle aportes nutricionales y hacer un manejo correcto, especialmente en lo que respecta a las rotaciones agrícolas, para contribuir a su uso eficiente y mantener su capacidad productiva en el tiempo”.