El economista en jefe de la entidad agropecuaria explicó que “el denominador común es que hoy no se pueden cerrar los negocios por factores macro-económicos como el tipo de cambio, la presión fiscal está ahogando. Al productor de manzanas le pagan por cada unidad 30 centavos y sólo la cosecha cuesta 55 centavos, por lo que este año en vez de 1,5 millones de kilos de manzanas, se quedaron en los árboles más de 350.000 kilos de manzanas. Esto se repite en las peras, la vitivinicultura, el algodón, el arroz (los que tienen riego por pozo están llegando, por este rubro, casi al 65% los costos), esto impide el aumento de productividad y a muchos productores continuar en el circuito”.
Ambrosetti expresó para Radio Colonia que “recuperarse es muy difícil, mas en un sector donde se asumen tantos riesgos, como el climático, sanitarios, la volatilidad de los precios internacionales… Y esto se da en un escenario internacional donde bajó el precio de los commoditties, por lo que la Argentina tendría que estar altamente competitiva para poder subsistir, pero nos pasa justamente lo contrario, la Argentina perdió su competitividad y ahora no estamos preparados”.
También agregó para el programa “Siempre que llovió, paro”, que “entre los factores micro-económicos están los altos costos, las trabas a las importaciones, hay aumentos de costos de insumos estratégicos como fertilizantes, agroquímicos, maquinarias, plantines o semillas. El costo laboral es otro factor en estas economías que tienen una demanda de mano de obra intensiva, y la problemática de que la gente no quiere trabajar porque pierde los planes”.
En tanto Ambrosetti aseguró que “por más que el productor trate de ser más eficiente en la logística interna, no le alcanza para rozar la rentabilidad o recuperar la inversión que se hace año tras año. Es una situación de las más complejas ya que todas las actividades dan quebranto y es muy difícil salir adelante.Para eso la Argentina tiene que dar un shock de confianza, para dar una señal de que nuestros compradores puedan venir al país. En segundo lugar, hay que trabajar mucho en la política comercial, no se puede tener traba en las exportaciones cuando se requiere tener divisas en el Banco Central, o puede tener trabas a las importaciones cuando se necesitan insumos estratégicos para aumentar la productividad. Con este nivel de gasto público ningún plan económico es sostenible en el tiempo (en el último mes, el 95% de los resultados de una empresa se destina a pagos de impuestos)”, explicó.
Por otro lado indicó que “Argentina tiene todos los precios distorsionados, altos costos de producción, no tiene inversión en infraestructura desarrollada, la logística está altamente cuestionada. Hay que dar una señal por lo que agregaría anunciar una inversión en infraestructura para darle competencia a los medios de transporte que tenemos. Con estas cuatro medidas habría un shock de confianza, habría una esperanza de que un productor va a poder sembrar, invertir, cuidar sus cultivos y venderlos después a precios razonables”.
Ambrosetti concluyó diciendo que “hoy se necesita asociativismo entre los productores para poder bajar costos, aumentar el poder de negociación y vender mejor la producción”.