En la jornada que tuvo lugar en Trenque Lauquen, la persona encargada de abordar el cultivo de soja fue Rodolfo Rossi, director Global de Investigación en Soja de Nidera, y en Córdoba, lo hizo Martín Oliva, del área de investigación en soja de la compañía.
Oliva destacó que, como consecuencia de la mejora genética, cada 3 a 5 años se tiene un incremento del orden de 100 kilos por hectárea en los rendimientos de la soja. “Estos mayores rindes no sólo se dan en los niveles altos de producción, también elevan los pisos de productividad en los ambientes intermedios o marginales”, dijo.
En el oeste de Buenos Aires, para un año como éste, Rossi recomendó una siembra temprana de un grupo IV medio o largo, entre el 10 y el 15 de octubre. Además, sugirió prestar atención a las variedades con tecnología STS debido a los problemas de malezas que tiene la zona.
Justamente, sobre los materiales más precoces, uno de los destacados fue la variedad NS 3809 IPRO, ideal para el oeste de Buenos Aires y sur de Córdoba, para los mejores ambientes y aquellos rotados con maíz, con napa disponible.
En los grupos medios, en ambos talleres se pusieron de relieve la NS 4619 IPRO, una de las que probablemente lidere rendimientos en la Argentina, y la NS 5019 IPRO, muy erecta, resistente al vuelco, muy favorable al aumento de densidad de plantas y muy recomendada en ambientes de ruta 7 hacia el norte o en el oeste de Buenos Aires en siembras tempranas. “Ambos materiales son STS –tolerantes a sulfonilureas-“, puntualizó Rossi.
En grupo V medio, la destacada fue la NS 5419 IPRO por su buena adaptación a las regiones Centro Norte, Litoral y NOA, indicando que “se destaca por su gran estabilidad en diferentes ambientes y adaptación a distintos tipos de suelos, con resistencia a Mancha Ojo de Rana y tolerancia a Phitóftora”, dijo Oliva.
Entre los RR1, se presentaron dos nuevos cultivares “que van a reemplazar a 5009”. Se trata de NS 4955. “Compite al sur de ruta 8, con muy buena respuesta a los ambientes de mayor fertilidad, resistencia a enfermedades y alta tolerancia a muerte súbita”, dijo Rossi. La otra es la NS 5258, muy estable, adaptada a distintos tipos de suelos, actúa desde el sur al centro de Santa Fe, sur y centro de Córdoba y todo Entre Ríos. “Son dos importantes lanzamientos para Córdoba”, consideró Oliva cuando las presentó ante los productores de esa región.
En Córdoba, Oliva también mencionó la NA 4009. “Tiene una muy buena adaptación al sudeste cordobés en siembras tempranas y presenta una muy buena sanidad general, con excelente comportamiento frente a las enfermedades de fin de ciclo, es resistente a fitóftora raza 1 y también posee muy buen comportamiento frente a muerte súbita”, dijo.
También fue presentado el cultivar que reemplazará a la NA 4009. Se trata del experimental NS 4309 RG que llegará a manos de los productores en las siembras de 2017 “con excelente potencial de rendimiento y gran estabilidad en los distintos ambientes, marcando un salto de rendimientos importante sobre la genética anterior que supera en los ambientes de alto potencial a los grupos III largo y IV”, relató Oliva.
En los grupos V medio y largo con tecnología RR1, fue presentada la NS 5960, “que tiene igual ciclo que la 5909 pero la supera en potencial de rendimiento y estabilidad”, dijo Oliva a los cordobeses. Además, adelantó que “hay dos lanzamientos del grupo VI, ambos con tecnología RR1 y crecimiento indeterminado”. Son las variedades NS 6248 (“adaptada a altos potenciales de rendimiento y muy buenas características agronómicas”) y la NS 6483 (“que es un material más norteño con un porte de planta mucho mayor, adaptado a condiciones un poco más restrictivas”).
Por último, Oliva se refirió a NS 6909 IPRO, señalando que “es un material nuevo que fue lanzado en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con una gran adaptación y cuyo ciclo pertenece al grupo VI corto”.