Mercado lateralizado

Según el Dpto. de Agricultura, la recolección de soja ya alcanza el 26% del total, por encima de la media del 25% estimada por el mercado pero ligeramente por debajo del promedio de cinco años. Con el avance de la trilla se evidencian rindes superiores a los esperados, que ya estaban considerados como récords. Según la consultora Informa Economics la producción estadounidense de soja será de 117 millones de toneladas con un rendimiento de 3,47 t/ha, por encima de la cifras del USDA. Sin embargo, la prima climática sigue actuando en los precios con casi el 70% del área por recolectar de soja, especialmente por su susceptibilidad al desgrano ante el atraso de la cosecha. 
 
Pese a esta sucesión de noticias optimistas para la oferta, la soja permaneció inmutable en el mercado de Chicago y ello se explica en gran parte por la firmeza de las compras desde China, que mantuvo en septiembre un promedio de 400 mil toneladas semanales y de momento parece mantener la tendencia en octubre. Veremos qué sucede la semana próxima, que con los festejos de la Golden Week en China los mercados permanecerán mayormente cerrados.
 
 
 
Por otro lado, si bien en los 7 días que pasaron las condiciones climáticas estables favorecieron el avance de la trilla, a corto plazo los pronósticos indican lluvias localizadas en en el centro del Cordón Maicero y al sureste de las Planicies con probable interrupción de las labores aunque apenas aparezca una ventana de sol el farmer empleará su amplia estructura para recolectar lo más rápido posible. Queda por saber cuál será el comportamiento del productor americano ante la venta de sus granos y si la logística de semejante producción impactará en los precios.
 
Cabe tener en cuenta que la realidad del farmer americano es muy diferente a la del productor argentino al contar con programas de apoyo del gobierno para desarrollar su actividad. En efecto, el USDA anunció esta semana que los subsidios para el sector para el año 2015 acumularon más de 7 millones de dólares. La contracara para los productores del resto del mundo es que esta política genera distorsiones en el mercado a través de una sobreoferta de granos que presiona aún más los precios. Sumado a ello, el productor argentino en particular debe hacer frente a una retención del 30% que lo pone en una disparidad a la hora de competir como abastecedor del poroto.
 
Al respecto, en la semana se conoció la anticipada decisión oficial de suspender hasta el 2018 la prometida rebaja del 5% en la alícuota de derechos de exportación para el complejo sojero para, a partir de allí, recortarla 0,5% cada mes hasta fines de ese año. La buena noticia sería para los productores del norte del país que recibirían un recupero de parte de las retenciones que se paguen sobre sus granos, aunque persisten dudas sobre el modo específico en que se implementará la medida. Según el análisis que publicásemos en este Informativo la semana anterior, en las zonas más alejadas a los puertos el productor sólo se queda con el 6% del valor de su cosecha por lo que la ayuda será más que bienvenida.
 
Con la noticia ya descontada en los precios de antemano y las decisiones de siembra mayormente tomadas, no se espera que el anuncio tenga un fuerte impacto en la producción de la nueva campaña, aunque sí podría acabar por retrasar aún más las decisiones de venta de grano.
 
Según los últimos datos que publica el Ministerio, las compras de poroto del sector industrial y de la exportación de la campaña 2015/16 sumaban al cierre del mes de septiembre 36,8 millones de toneladas, o un 67%de la producción, cuando en promedio durante los últimos cinco años a esta altura se había adquirido el 74% del output total. Para la campaña nueva, en cambio, la comercialización avanza algo más rápido que el promedio de las últimas cinco campañas, habiéndose comprado 2,4 millones de toneladas al 28 de septiembre cuando la media arroja 2,2 millones. 
 
 
Probablemente las mejores explicaciones de este retraso en las ventas obedecen a que tanto la exportación como la industria estarían actualmente trabajando a contra-margen, a la vez que como producto de la fuerte actividad de la molienda a comienzos del año se ha acumulado una gran cantidad de stocks de harina de relativamente baja calidad, que resulta difícil colocar en el mercado. 
 
Para el poroto, la capacidad de pago de la exportación se ubica actualmente en torno a los u$s 260,7/tonelada en los puertos del Up River para el embarque cercano, cuando los precios domésticos para la compra del grano se ubican en torno a los u$s 263/tonelada, incurriendo por tanto en una pérdida de u$s 3/tonelada para la actividad.
 
En el caso de la industria aceitera exportadora, en poroto equivalente la capacidad de pago se ubica en torno a los $ 3.653/tonelada, cuando el grano se puede adquirir a $ 3.950/tonelada, por lo que el margen por la compra de poroto, su procesamiento y la posterior exportación de aceite y subproductos resultaría de $ (-300)/tonelada para las plantas de la zona.
 
Como puede verse y replicando la situación internacional, noticias que normalmente hunden el precio hoy por hoy no parecen hacer mella en el precio de la oleaginosa, y la robustez de la demanda es el principal motivo. Sucede que las renovadas perspectivas para el aceite de soja como sustituto de la alicaída producción de palma, la potencial recolocación de biodiesel en el mercado de la Unión Europea luego que la OMC ratificara el fallo a favor de la Argentina en la disputa antidumping y la buena salud que goza la producción animal como fuente de demanda de harinas proteicas logran empardar el mercado y lateralizar los precios.
 
Mientras tanto, comienza a delinearse la etapa de siembras sudamericanas. En Brasil, la agencia estatal CONAB emitió el jueves una proyección de producción sojera 2016/17 de 101,9 millones de toneladas, por encima de los 95,4 millones de la temporada anterior. A contramano, en Argentina aún se descuenta un recorte marginal del área total a sembrar que de todos modos no sería mayor al 5%. Así las cosas, y con el anuncio que para la rebaja de retenciones se postergará en el tiempo, esperar hasta que escampe parece ser la consigna.

Autoras: Sofía Corina – Emilce Terre (BCR) 

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