Un avance importante en el combate contra el coronavirus podría surgir desde Cañada de Gómez para el mundo. Se trata del desarrollo de una línea de proteínas con potencial efecto antiviral que llevó adelante la empresa santafesina NOVA, que cuenta con más de 35 años de existencia y 20 de experiencia en el desarrollo biotecnológico.
“Nosotros estamos seguros de lo que hemos logrado, pero el Instituto Malbrán será el que levante o baje el dedo”, afirmó a ON24 el CEO de la compañía, Mauro Piva, quien, pese a tener la certeza de los resultados de la investigación, se mostró prudente hasta tanto recibir el visto bueno final.
“Faltan otras etapas que no las estaríamos evaluando nosotros porque no tenemos un laboratorio armado como para manipular covid. Hasta donde hemos llegado, hoy tenemos la certeza de que estos dos antivirales estarían funcionando. Pero somos muy prudentes, sabiendo que la fase de análisis clínica la estaría realizando el Malbrán”, amplió.
Piva consideró que en un plazo de entre 15 y 20 días la empresa tendría “todo listo” para enviar el material a analizar al Instituto. “Si nos da el OK, automáticamente tenemos que sumar un aliado de la industria farmacológica para pensar ya en la producción”, indicó el empresario santafesino. “Hasta ahora, tenemos contacto con dos firmas”, señaló, aunque prefirió no adelantar las identidades de las mismas aún.
Cabe remarcar que ya durante el fin de semana, NOVA ha recibido comunicaciones de científicos y universidades de diferentes países (Estados Unidos y España, entre ellos), que se han manifestado interesados en los trabajos que viene realizando la firma local. Incluso, Piva subrayó que el Gobierno Provincial, a través de la secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación, Marina Baima, le ha expresado su “total apoyo” para avanzar en el desarrollo.
PROYECTO AMBICIOSO
El CEO de Nova contó que hace 8 años, la empresa (cuya cartera de productos la componen inoculantes, coadyuvantes, herbicidas, fertilizantes, fungicidas, entre otros insumos para el sector agropecuario) armó un nuevo proyecto “mucho más ambicioso” desde el punto de vista técnico, que fue la división de producción de enzimas -compuestos biológicos utilizados en diversas industrias, como la alimentaria, textil, farmacéutica y de biocombustibles-.
“Para ello, tuvimos que hacer ingeniería genética sobre diferentes plataformas de microorganismos”, explicó Piva. A partir de ahí, detalló, “al equipo nuestro de Biotecnología se le ocurrió empezar a evaluar si se podía producir otro tipo de proteínas que sabíamos de antemano que podían llegar a tener un efecto antiviral. Entonces, nosotros tomamos dos trabajos de dos grupos científicos que están fuera del país (de los que me reservo los nombres) y a partir de esa información, pudimos producir estas dos proteínas con nuestras plataformas e incluso mejorarlas estructuralmente”.
“Fueron 8 años de inversión permanente en el desarrollo de más de 10 microorganismos que hemos modificado genéticamente, incorporándoles construcciones de genes para que puedan producir diferentes tipos de proteínas”, enfatizó Piva.
REDACCIÓN ON24
