La maquinaria agrícola del 2030 es difícil de predecirla frente a los cambios bruscos que se avecinan en los sistemas productivos, demanda de alimentos (50% más al 2050), energía que mueven las máquinas (más eficiencia y mayores controles de emisiones), cambio y variabilidad climática muy preocupantes, tendencia de demanda a máquinas con más capacidad de trabajo menos horas/hombre/ha (autoguiadas y robotizadas), livianas para evitar agresiones al suelo (traslados con menos presión específica, nuevos neumáticos y bandas de caucho y acero), materiales constructivos livianos y resistentes (aleaciones y biomaterial, bioplásticos y fibras vegetales).
Pero lo más revolucionario estará en la electrónica, software, comunicaciones y conectividad, robotización, revolucionarios sensores capaces de identificar objetos, plantas, estado de humedad y nutricional de suelo (microvariabilidad de suelo y cultivo), variables climáticas como humedad relativa, temperatura, velocidad del viento, lluvia, evapotranspiración actual y potencial, etc., escanear grano y detectar daño mecánico, impurezas, contenido de aceite y proteína sobre una cosechadora (NIRS), sensores capaces de detectar el estado nutricional de un cultivo y/o la presencia de malezas, sensores de torque en órganos importantes de las máquinas, sensores en sembradoras (caída de semilla a centímetros del suelo), sensores que ayudan a la autoregulación de las sembradoras (uniformidad de profundidad), sensores que guían una máquina entre líneas de cultivos, sensores que detectan hormonas que guían cosechadoras de frutas para sólo recoger la fruta madura, sensores de madurez de fruta (NIRS), sensores de biomasa, sensores de insectos en grano almacenados, sensores de CO2 con varias aplicaciones, sensores remotos colocados en Drones, satélites de alta resolución espacial, temporal, nanosatélites, inteligencia artificial, visión artificial, frente al problema de identificación de malezas resistentes la “visión artificial” para 2020 tendrá productos comerciales Bosch/Bayer muy avanzados para detectar malezas y su estado fenológico y ordenar en tiempo real la aplicación solo a esa maleza de una mezcla de tres herbicidas. El sistema funciona con un escaneo que es comparado con una base de datos o plataforma de cómo mínimo 500 fotos, identificando malezas y cultivo en diferentes estados fenológicos.
Estos conjuntos de sensores mencionados ayudarán a recoger datos que alimentarán software con inteligencia cargada instalados sobre la máquina, o bien operativos sobre nube web interconectada con la máquina que posee “bibliotecas” para transformarlos en información agronómica útil en tiempo real, elaborar un diagnóstico que modifica el comportamiento de la maquina en fracciones de segundo a nivel de 1 m2, (semilla/densidad), selectividad, fertilizante (mezcla y dosis), fitosanitario (maleza, enfermedad o insecto), estiércol orgánico (según el suelo), al igual que las enmiendas (corregir el PH), todo eso y mucho más constituyen una parte de la complejidad de las máquinas del futuro, a lo que se le agregarán los actuadores que gobiernan las máquinas que en un altísimo porcentaje serán eléctricos de 12 y 24 voltios de bajo amperaje y muy precisas con respuestas exactas. El sensor de Precision Planting del 2018 colocado en la cola pisa grano de la sembradora mide humedad de suelo materia orgánica y limpieza del surco y ordena al metro siguiente el cambio de densidad de siembra gobernado con precisión uno o dos metros cuadrados de nivel de definición revoluciona el manejo de la microvariabilidad un manejo que hasta hoy era imposible de hacer surco por surco y metro por metro con el sistema de prescripción y análisis de datos, o sea que las máquinas en algunos casos ya no necesitará del procesamiento de datos y luego prescripción sino el sensor dará la orden dentro de ciertos parámetros definidos por el técnico.
Las máquinas autopropulsadas tendrán una fuente de energía provista de un motor de combustión interna alimentado por gas-oil, biodiesel, metano o bien híbridos, no descartar el uso del hidrógeno que ya New Holland posee un prototipo; esos motores alimentarán un generador eléctrico y una bomba hidráulica, los movimientos precisos de bajo requerimiento de potencia el 100% serán eléctricos y los de alta demanda de potencia hidráulicos, las máquinas no tendrán engranajes, cadenas, poleas, correas, sólo mangueras y cables inteligentes CAM BUS, en su gran mayoría serán robotizadas, autoguiadas y autorregulables de acuerdo a la incorporación de sensores y de la nube web que estará el 100% del tiempo enviando y recibiendo información que mejoren su autoguía y fundamentalmente su trabajo variable en tiempo real. La conectividad será normalizada electrónicamente por ISO BUS, o sea ajuste del lenguaje de conectividad máquina de diferentes marcas de tractores. También en el 2018/19 serán cada día más normales los equipos con ISO BUS 3 donde los sensores de la máquina traccionada gobiernan al tractor, ordenan avanzar, parar, accionar hidráulicos, funcionar a más o menos velocidad de acuerdo a la variabilidad del lote, accionar o desconectar la TDP, etc.
También las máquinas y tractores de nueva generación, híbridos a combustión con gran capacidad de asistencia eléctrica tendrán motores endotérmicos de menor potencia y otro motor como el F:1 eléctrico en la tracción que empujará o ayudará al tractor a superar exigencias puntuales de potencia y tracción, dado que las ruedas de acoplado tolva, estercolera, o bien una sembradora de siembra directa o bien un equipo de labranza tendrá un motor eléctrico en las ruedas para empujar y traccionar, así el tractor superará la exigencia puntual de potencia y tendrá un motor más chico de menos consumo y cuando el requerimiento caiga y sobre potencia cargará las baterías; la eficiencia de uso de la energía al máximo.
Ya se comercializa un tractor FENDT totalmente eléctrico de algo más de 100 CV 4×4 con 5 horas de autonomía y baterías recargables.
En los próximos 10 años se producirá una revolución tecnológica en la maquinaria agrícola global que provocará cambios de paradigmas productivos, comparables a lo que produjo la irrupción del tractor diesel en las décadas del 50/60 del siglo pasado. Los tractores autónomos presentados en el 2016/17 en el Farm Progress Show por CASE ya existían, pero todavía no están autorizados, se pueden usar pero ninguna compañía de seguro se hace responsable frente a un accidente, lo cual lo hace inviable por ahora. Es importante saber que el sistema autónomo máquinas chicas como ser cortadoras de césped con batería de recarga eléctrica o solar ya existen en Europa, “Robot” que cortan en canchas de deporte o varios mini robot manejados por una persona con radio control y esta persona puede ser una persona de capacidades disminuidas manejando 5 máquinas simultáneamente. Agco presentó en Agritechnica 2017 la primera versión prototipo de Mini Robot para la siembra de maíz, varios de ellos en una hectárea pueden sembrar día y noche solos, estos son muy reducido tamaño y 50 kg de peso con 4 ruedas; muy experimental , pero de todos modos muy avanzado en relación a lo que puede diseñarse a futuro, son totalmente autónomos y eléctricos y se los lleva al campo en un carro como se realizaba con el personal de siembra en horticultura y se los baja en el lote con una orden precargada y trabajan solos, luego se autocargan en el carro, quizás en el futuro se cargarán con energía solar.
Habrá cada día menos máquinas/ha y de mayor tamaño y capacidad operativa, la globalización en la producción primaria de biomasa será cada día mayor, los productores arraigados y la ruralidad se desarrollará a partir de sistemas productivos que agreguen valor en origen a esa biomasa obtenida de cada metro cuadrado del campo; en origen seguirá un proceso de industrialización (con muy poco costo de transporte), continuando con las transformaciones en proteína animal (pollo/huevo, cerdo, bovino carne y leche, ovino lana/carne/leche, cabra carne y leche, piscicultura continental, otros), y también la bioenergía en origen y la energía renovable aportarán a los procesos integrales de alimentos de góndola todo realizado con crecimiento ordenado en parques agroalimentarios siguiendo procesos de buenas prácticas agrícolas, ganaderas y de manufacturas, también aparecen los procesos de biorefinería, energía de diferentes formas de biomasa.
Este tema de industrializar y transformar la biomasa en origen desconcentrado territorialmente responde a un razonamiento lógico del manejo de los efluentes pecuarios e industriales, que hoy se evalúa y controla como un costo ambiental y económico insostenible, los países altamente poblados no pueden hacerlo en destino, el costo ecológico, ambiental es insostenible. Análisis de ciclo de vida de un producto, huella del carbono, huella del agua provee a países como Argentina en situación ventajosa mirando al futuro.
La trazabilidad de productos y procesos, con códigos QR y otros métodos serán priorizados, el comprador de un alimento argentino de cualquier parte del mundo sabrá qué y cómo se le dio origen a ese alimento desde la elección genética, el lote y el manejo hasta la góndola, con un seguimiento certificado de proceso que asegure inocuidad y respeto por las normas de mercados exigentes. En este proceso las máquinas jugarán un rol muy estratégico tanto en lo primario como el proceso.
En Argentina hoy existen aproximadamente en el sector unas 890 Pymes productoras de máquinas y agropartes, 290 de agrocomponentes metalúrgicos y electrónicos de baja y alta complejidad entre directos e indirectos (prorrateados) representan unos 80.000 puestos de trabajo.
Facturan aproximadamente año 2017 unos 1.100 M/U$S en el mercado interno y unos 100 M/U$S de exportaciones a diferentes países (más de 30 en el mundo). En un mercado interno del 2017 que puede superar los 2.200 M/U$S total, lo que indica una venta de máquinas importadas o seudo nacionales de 1.100 M/U$S, indicando una preocupante balanza comercial negativa del sector maquinaria agrícola de 1.000 M/U$S explicando el 12% del total de la balanza comercial negativa del país, incluyendo todos los sectores.
El mercado total de maquinaria agrícola del 2015 fue de 1.450 M/U$S, el del 2016 de 1.800 M/U$S y el actual 2017 superará los 2.200 M/U$S, o sea es un mercado activo y por ahora de plena ocupación con una caída de exportaciones por falta de competitividad del dólar y por la misma razón un aumento significativo de las importaciones, el gobierno operó medidas de quita de aranceles y complejidad para las exportaciones, lo cual fue muy bien recibido por el sector, implementó una línea de créditos de prefinanciación de exportaciones del Banco Bice muy buena y eso permitirá hacer más y mejores operaciones, pero el costo argentino es crucial en la competitividad empresarial del sector y es difícil alcanzar competitividad por precio.
El mercado interno sigue creciendo al ritmo del crecimiento de la producción de grano, se estima que la campaña 2017/18 será récord con 137 M/t de grano incluidos los granos de maíz de 1 M/ha picada, según datos del Minagro. Paralelamente una buena reactivación de la ganadería de carne, con un salto en el consumo y en las exportaciones, la leche y los productos lácteos todavía un 8% por debajo de los niveles récord, los pollos estancados en las exportaciones y los cerdos en franco crecimiento productivo, pero preocupado por las importaciones de carne de cerdo congelada.
Se espera un 2018 con un crecimiento en la demanda de equipos de forraje conservado, preparación y suministro de raciones, un crecimiento en cabezales girasoleros y maiceros, tolvas de grano de gran tamaño y estercoleras de líquido y sólido, también crecerá el almacenaje en silo bolsa ahora de 10 pie y las fertilizadoras de sólido al voleo, como así también encaladoras. En las economías regionales no se ven por ahora reactivación de demanda de máquinas agrícolas y en los cultivos industriales, se destaca el maní como demandante de fierros y la caña de azúcar con el etanol.
Al gobierno se le podría solicitar temporariamente algunas medidas que favorezcan la exportación de maquinaria de fabricación nacional (realmente legitimadas el 60% nacional como en el caso de Brasil), seguir con bono de competitividad de 14% en el mercado interno para suplir el dólar bajo y llevar ese bono también a las máquinas exportadas hasta que el dólar sea competitivo.
Continuar con la línea de créditos de tasas subsidiadas por el BNA y los industriales y generar condiciones de un nivel de exportación del 25% de facturación alguna vez alcanzado y que hoy se está en el 10% de la facturación total, insuficiente para lograr competitividad sistémica.
El crédito BNA de tasa subsidiada explica en gran medida las ventas de máquinas en el mercado interno es sumamente estratégico y contagia para arriba y la cantidad y calidad crediticia de los bancos privados, pero el subsidio de tasa de BNA debería solamente ser dirigido a la industria nacional al igual que en Brasil, hace muchos años que estos créditos solo acceden las máquinas con el 60% de fabricación nacional certificada estrictamente. Defender la industria nacional en un marco totalmente abierto, con dólar bajo es como muy necesario para crecer en la demanda de puestos de trabajo y el desarrollo del territorio, dado que es pertinente hacerlo en un país donde la generación y mantención del empleo es fundamental. Otorgar crédito del BNA a tasa subsidiada a máquinas nacionales es una máquina de generar trabajo industrial.
Parecen demasiadas las fábricas de sembradoras, pulverizadoras (60 en cada rubro), y faltan fabricantes de máquinas de procesos intensivos de producción (tambos automatizados, criaderos de pollos, granja automatizada, cerdo automatizado), y también en procesos de industrialización y manufactura primaria, de segunda y tercera generación; hoy Argentina posee una balanza comercial de 600 M/U$S negativa en máquinas de procesos agroalimentarios por lo que es necesario una rápida reconversión hacia máquinas (metalmecánica y electrónica), de manufactura para abastecer pequeñas Pymes agroalimentarias en origen.
En el año 2030 el sector puede tener una demanda laboral de 120.000 PT, con duplicación de los valores de venta en el mercado interno y una triplicación de las exportaciones, con un leve aumento de las importaciones (insumos productivos) y mucha sustitución de importaciones en los rubros posibles.