El uso forrajero representaría el 72% de la demanda interna de maíz 2022/23, con un consumo total de 11,5 Mt. Alrededor de un tercio de este consumo correspondería al sector de producción de carne vacuna, otro tercio al sector avícola, un 19% consumiría la lechería y un 12% el sector porcino.
Observando la evolución del consumo forrajero de maíz, se prevé que esto represente una leve caída con relación al ciclo previo (11,8 Mt), particularmente producto de una caída proyectada en la producción primaria de leche, así como una menor faena aviar ante la llegada al país de la gripe aviar a comienzos de año.
Consumo Bovinos
El consumo de maíz en la cría de bovinos constituye el 37% de la demanda forrajera doméstica y varía fundamentalmente según el sistema de engorde que se utilice, siendo el engorde a corral o feedlot más intensivo en uso de maíz que la cría a campo. En los últimos años ha crecido notablemente el aporte de los feedlots a la faena nacional. La extensión del engorde a corral responde en parte a los efectos de la expansión agrícola sobre tierras que antes se destinaban a la ganadería, desplazando la invernada hacia zonas más marginales.
A su vez, el crecimiento de los feedlots estuvo impulsado por un contexto de bajos precios del maíz en el mercado doméstico por trabas a la exportación durante los primeros años de la década anterior, así como de incentivos directos para las nuevas instalaciones de engorde a corral. ROSGAN (2019) estima que en 2019 la faena nacional proveniente de feedlots llegó a representar entre el 65% y el 85% del total. Según datos del SENASA, el movimiento de bovinos de establecimientos de engorde a corral (EAC o feedlots) durante el 2022 alcanzó 4,4 millones de cabezas, lo que representó un 32% sobre el total de animales faenados. Sin embargo, es probable que este número informado por SENASA marque un subregistro, por lo que se supone que la participación de los feedlots sobre el total faenado está más cerca del 50% del total de cabezas.
Primeramente, durante los primeros cinco meses de 2023 se ha observado una faena superior a la de igual período del año anterior. Sin embargo, tal como informa ROSGAN en la última edición del Informativo Semanal, a medida que ocurran lluvias y los campos permitan aumentar la retención de vientres y terneros, la cría ingresará en una fase de recomposición de valores que podría suponer el inicio de cambio en el ciclo ganadero.
De esta forma, la faena proyectada para los meses correspondientes al ciclo comercial del maíz 2022/23 totaliza 13,25 millones de cabezas, que se corresponde con una demanda de maíz forrajero de 4,3 millones de toneladas.
Consumo Aves
La demanda del sector avícola abarca la producción de carne de pollo y la producción de huevos, constituyéndose en uno de los principales consumidores de maíz en Argentina junto con el sector bovino.
En cuanto al sector productor de huevos, para el año 2022, se estima que existía un stock de gallinas en postura de 50,7 millones de cabezas que produjeron 14.604 millones de huevos. Para el año 2023, según datos de CAPIA, el stock de gallinas en postura alcanzaba 51,5 millones de cabezas hacia el mes de marzo, y se proyecta que la producción de huevos pueda alcanzar 14.830 millones. Se estima que el sector demandará un total de 1,21 Mt de maíz, similar al volumen consumido en la campaña anterior.
Respecto del sector productor de carne aviar, se proyecta que el total de animales faenados durante los meses que corresponden al ciclo de maíz 2022/23 alcanzarían 718 millones de cabezas, lo cual demandaría un total de 2,5 Mt de maíz, un 8% por debajo de lo consumido en la campaña anterior. Aquí se prevé que caiga la faena total de aves debido al desafío que impone la llegada de la gripe aviar al país.
Consumo Lechería
La producción primaria láctea constituye la tercera fuente de demanda para alimentación animal del maíz en Argentina. El sector lácteo nacional orienta el 80% de su producción al consumo interno y alrededor del 20% a exportaciones. Por lo tanto, el consumo doméstico (determinado fundamentalmente por el nivel de ingreso) y la demanda externa son dos de los principales determinantes de la producción en el país, además del precio de los lácteos que determina la rentabilidad tambera pero que está estrechamente relacionado con las primeras dos variables. En los meses correspondientes al ciclo maicero 2021/22, la producción primaria de leche sumó 11.579 millones de litros, prácticamente idéntico al volumen obtenido en la 2020/21. Sin embargo, tal como informa el OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea Argentina) se proyecta una caída de la producción del 4,7% en 2023, que se anticipa como un año con alta volatilidad e incertidumbre.
Suponiendo entonces una producción de 11.200 millones de litros de leche durante el período comprendido por el ciclo comercial de maíz 2022/23, se proyecta un consumo de maíz por parte del sector lácteo de 2,1 millones de toneladas, representando el 17% del consumo forrajero nacional de la campaña maicera en curso.
Consumo Porcinos
El sector porcino se ha consolidado como una importante fuente de demanda forrajera en Argentina durante los últimos ciclos. El crecimiento promedio interanual de la faena porcina fue del 5% a lo largo de los últimos 6 años. Un incremento en la faena de tal magnitud sólo fue posible gracias a la gran apuesta productiva del sector que actualmente cuenta con un mayor número de granjas, muchas de ellas con un importante crecimiento en escala, así como por un incremento en la participación del cerdo en la dieta de los argentinos.
Se proyecta entonces un nuevo aumento de la faena en los meses correspondientes a la campaña 2022/23 de maíz, que alcanzaría 8,2 millones de cabezas frente a los 7,9 millones de la 2021/22. Con esto es posible prever también un crecimiento en el consumo forrajero de maíz en el sector que demandaría 1,4 Mt.
Nota Metodológica
* Sector Aviar Carnes: para un pollo de 2,7 kg se calculan 0,110 kg de alimento por día, con una proporción de maíz en la dieta de entre 60% y 65%, que depende de la relación de costos maíz/pollo. Para el cálculo se toma el total de aves faenadas, se lo ajusta por el peso promedio de faena y se toma la edad de faena promedio. Además, se toma el stock de gallinas en recría y postura para la producción de pollos, asumiendo una dieta de 0,115 kg/día y 65% del maíz en la dieta. Asimismo, se realiza un ajuste por mortandad.
* Sector Avícola Huevos: se calcula una dieta de 0,125 kg/día y una participación del maíz de entre 58% y 65%, dependiendo de la relación de costos maíz/huevo, y el stock de gallinas ponedoras.
* Sector Bovinos: para las cabezas faenadas provenientes de la suplementación a campo se calculan 2 kg de maíz por cabeza por día por un total de 60 días. Para las cabezas faenadas provenientes de los feedlot, se toma una base de conversión de 6,5 kg de materia seca por kilo vivo y una proporción de maíz en la dieta de entre el 62% y el 65%, dependiendo de la relación de costos; se asume un peso de entrada al feedlot por categoría; y se asume un rendimiento de peso res a kilo vivo del 60%. De esta manera, en base a los pesos promedio de faena por categoría, se calcula un total de kg ganados y se obtiene el total de maíz consumido.
* Sector Lácteos: se toma como base la Encuesta Sectorial Lechera realizada por el INTA, se ajusta el consumo por recría y se toma como base la composición del maíz de entre el 50% y el 60% en la dieta, dependiendo de la relación de costos.
* Sector Porcinos: se toma la faena mensual por categoría. Para las categorías medianas (capón, cachorro/a, padrillo, MEI), se asume una dieta base de acuerdo con la etapa (inicio/recría/crecimiento/terminación), una cantidad de días por etapa, y una proporción de maíz en la dieta de entre 60% y 65% que depende de la relación insumo/producto. Para las categorías menores (lechón), se asume una dieta hasta la etapa de crecimiento. Para las chanchas/cerdas, se asume una vida útil de 2 años y una dieta diaria de 3 kg. (BCR)