Por su parte, la siembra de trigo 2020/21 arranca con una base de crecimiento de 2% respecto al ciclo previo.
Aún en medio de la cuarentena, la primera estimación de intención de siembra de trigo se afirma como una campaña histórica. El área sembrada estimada para este año es de 7 millones de ha, más del doble de lo que se sembró hace ocho años atrás y acercándose a la superficie de la campaña 2001/2002, que fue algo superior a 7,1 M ha.
Con el nivel de tecnología que se aplicaría, hay un potencial para alcanzar 22 Mt. De materializarse, se constituiría en una cosecha récord dentro la historia del cereal. El volumen de 22 Mt surge de aplicar el rinde promedio de los últimos cinco años a una estimación de superficie cosechable de 6,9 M de ha.
La adopción de tecnología, la otra clave de esta campaña
Aparte del nivel de siembra, que incluso puede superar los 7 M ha, hay un salto tecnológico notable respecto a la forma de hacer trigo en los últimos 5 años. Antes, para un productor de la región central era impensable alcanzar rindes de 45 a 55 qq/ha; estos eran rindes exclusivos de la zona triguera por excelencia de Argentina, el sudeste bonaerense. El cambio en el manejo, la genética, la fertilización y el tratamiento de enfermedades ha permitido un salto de 20 quintales en los rindes objetivos actuales con respecto a 5 años atrás en gran parte de la región pampeana. Por eso, un dato clave es que, en general, esta campaña se está planificando con un nivel tecnológico muy similar al que se utilizara en el ciclo pasado.
¿Cómo son las condiciones de siembra de Argentina?
Hay ventajas y amenazas en el escenario actual. Lo primero que juega a favor es la gran oferta de agua que recibió el sur de la región pampeana. Buenos Aires arranca con las mejores condiciones de siembra de los últimos 30 años. Esto es una gran ventaja, ya que es la zona con el mayor potencial triguero. En esto hay una clara diferencia con respecto a lo que sucedía el año pasado, cuando a esta altura se cumplían dos meses sin lluvias importantes en Buenos Aires y La Pampa.
Fuente: GEA