Esto indica que las fuerzas de oferta y demanda parecen encontrarse en relativo balance. La expectativa de un escenario de oferta cómodo para los próximos meses está mayormente descontada, lo que sugiere que los operadores quedaron al aguardo de fundamentos alcistas que justifiquen una reversión de la tendencia en curso. De hecho, la carrera negativa que se observó el viernes hasta la media sesión encontró sostén en compras de oportunidad de los fondos especulativos.
El USDA ratificó sus previsiones de oferta e incrementó su estimación de rendimientos en Estados Unidos en su reporte mensual de septiembre, aunque la firmeza de la demanda absorbió los ajustes positivos en la oferta. El dato de producción de la cosecha nueva superó las previsiones de analistas privados, aunque el stock final del ciclo 2014/15 quedó por debajo de lo esperado y podría sufrir mayores ajustes a la baja cuando se conozcan los números definitivos de exportación. Sobre compromisos externos que totalizaron 50,6 millones de toneladas durante el último año, los embarques efectivamente realizados llegaron a 49,8 millones y el remanente podría cancelarse o cubrirse con soja de la nueva cosecha. El veredicto final lo tendrá el informe trimestral de stocks que se publicará el miércoles 30/09.
En China las autoridades económicas se han mostrado flexibles y muy activas para proveer medidas de estímulo que estabilicen las turbulencias sufridas por los mercados, por lo que el pánico de las últimas semanas parece haber quedado atrás. El USDA proyecta compras del gigante asiático por nada menos que 79 millones de toneladas durante los próximos doce meses, ritmo que requerirá un agitado plan de trabajo tanto en los puertos de Estados Unidos como en los sudamericanos. De todos modos, al margen de los desafíos de logística, ese volumen no parece ser demasiado problemático de abastecer con la actual disponibilidad de stocks mundiales y las buenas perspectivas de producción en Brasil y Argentina.
En Brasil las primeras proyecciones apuntan a un nuevo crecimiento de la superficie implantada de cara a la campaña 2015/16. La firma de consultoría FC Stone informó que avizora el área sojera en 33,3 M ha frente a las 31,94 millones implantadas el año pasado, mientras que Celeres estimó la intención de siembra en 32,2 M ha. De obtenerse rendimientos cercanos a los tendenciales la cosecha se encontraría en el rango de 97 a 101 M tn, alcanzando un nuevo récord. La producción del ciclo 2014/15 fue ratificada por la CONAB en 96,2 M tn en el reporte mensual publicado el viernes, aunque el USDA todavía estima la cosecha brasileña en 94,5 millones.
En el mercado local la retracción de la oferta y la gran necesidad de algunos compradores siguen favoreciendo un sostenimiento de los precios, al margen de los vaivenes externos. De todos modos, la mayor parte de la actividad comercial de la semana se concentró en las fijaciones de mercadería entregada, mientras que las nuevas ventas de productores se estiman en alrededor de medio millón de toneladas.
Las crecientes dificultades en la originación de materia prima están reduciendo la actividad de las fábricas desde los niveles récord de junio y julio, al tiempo que los márgenes de procesamiento profundizaron su rojo. La capacidad teórica de pago que brindan los valores FOB del aceite y la harina permanece por debajo de $ 2.000/ton, pero los valores negociados en la plaza se encuentran por encima de $ 2.100/ton. Expresado en dólares, el contramargen ha superado esta semana los u$s 20/ton. Si bien la industria muestra una situación de abastecimiento relativamente cómoda a corto plazo, necesita reforzar sus estrategias para llegar a los meses del verano con una posición más sólida que en los últimos años.
En los primeros cinco meses del ciclo de comercialización las fábricas acumularon compras por 24,8 M tn, unas 2,5 M tn más que a la misma altura del año pasado. El avance más acelerado del ritmo de originación permite proyectar el crushing de la campaña alrededor de un 10% por encima del observado el año pasado, lo que permitirá reducir el nivel de ociosidad de las fábricas y mejorar sus ratios de utilización de activos. La exportación también presenta una posición sustancialmente más larga que en 2013/14, con un volumen adquirido de 14,9 M tn. Esto implica que ya se han comercializado alrededor de 2/3 de la última cosecha, aunque buena parte de lo que ha cambiado de manos tiene aún su precio pendiente de fijación.
Durante la última semana el Ministerio de Agricultura informó sus primeras estimaciones de compras de la nueva campaña, con cifras de trigo, soja y maíz por debajo de lo registrado a la misma altura del año pasado. En el caso puntual de la oleaginosa, la exportación adquirió hasta el momento unas 455.000 toneladas, casi totalmente bajo la condición a fijar precio. Los primeros números permiten advertir que la oferta de soja nueva es muy cauta y en buena medida preferirá esperar mayores certezas respecto del programa político y el rumbo económico que tome el país en los próximos meses.
Autor: Guillermo Rossi – BCR