Los frigoríficos comenzaron a pasar precios menores y las referencias para los novillos gordos están entre US$ 3,30 y US$ 3,35, siempre por animales pesados, bien terminados y con poco flete.
Seguramente se debe a que varias plantas están completando los volúmenes asignados dentro de la cuota Hilton; el cupo de 6.300 toneladas donde los últimos embarques deberán hacerse la primera semana de junio.
Mientras tanto, por la vaca gorda, pesada y con buen grado de terminación, las referencias del mercado están entre US$ 3,10 y US$ 3,12 por kilo de carne, mientras que por animales más livianos, la industria ofrece entre US$ 3 y US$ 3,05 por kilo de carne.
Ayudado por las lluvias de las últimas semanas y por el calor, los ganaderos todavía tienen abundancia de pasto en sus campos como para seguir poniéndole kilos baratos al ganado. Sin embargo, se acerca el otoño y muchos productores comenzaron a sacar parte del ganado gordo, porque se engrasa y en otros casos, porque están previendo que el crecimiento de la oferta baje más el precio del mercado.
Semanas atrás, se habló de la posible formación de un tapón de ganado en el otoño que podría hacer bajar los precios, pero la industria frigorífica sostiene que es imposible que se registre ese fenómeno, porque existe suficiente capacidad ociosa como para absorber esas haciendas prontas.
Por ahora, los frigoríficos no muestran apuro por comprar; están dando entradas largas que van entre 8 y 15 días. Mientras tanto, los productores -salvo casos muy puntuales- tampoco muestran apuro por vender a los precios que hoy están ofreciendo los frigoríficos y prefieren aprovechar al máximo el pasto antes de que empiece a perder calidad nutricional.
Por su parte, el mercado mundial de carnes recién comienza a mostrar mayor movimiento, con China que está comenzando a comprar a mayor ritmo. Es un mercado importante para Uruguay porque permite ingresar cortes con hueso -principalmente delanteros-, además de mantener firme el precio de ciertas menudencias.
Hoy China, medido en volúmenes, es el principal comprador de las carnes uruguayas, cuando años atrás lo era Rusia.
Los productores no pierden la esperanza de que la vuelta de las cuadrillas de rabinos que supervisan el procesamiento de carnes para Israel, ayuden a mantener el precio del novillo e incluso puedan llegar a elevar un poco el precio de la hacienda gorda. Se espera que la faena comience a crecer en la medida que la oferta de gordo aparezca. (El Pais)
