Finalmente, el cambio en el patrón de clima parece haber llegado a partir de la segunda quincena de marzo: cambio en la circulación, descenso de las temperaturas y precipitaciones de amplia cobertura y con importantes acumulados. Se superaron los 100 mm en Idiazábal (149,5 mm), Colonia Almada (112) y Bellville (104) en el este de Córdoba. Centro y sur de Santa Fe registró de 80 a 30mm con un claro gradiente negativo hacia el sur. En el norte de Buenos Aires reina el desconcierto: ¿porque no llueve? Hay una nueva oportunidad para las próximas 72 horas. Por lo pronto, desde Santa Teresa hasta Rufino las tormentas parecen haberse salteado ese territorio para apenas dejar entre 2 a 20 mm.
¿Seguirán las lluvias para poner punto final a la peor sequía que se recuerda en la región?
Elorriaga dice que “los condicionantes de escala regional han cambiado y favorecerán un tránsito hacia un otoño con lluvias normales. Pero no puede garantizarse que en un corto plazo llueva lo suficiente para compensar los requerimientos de los perfiles de suelo tras tres años Niña”. La imagen de reserva de agua en el suelo (izquierda) para el 1er metro del suelo actualizada el miércoles 22 muestra el cambio tras las lluvias, respecto de la semana pasada. Siguen faltando entre 80 y 120 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas de agua en el suelo en el 1er metro del perfil.
¿Qué efectos pueden tener estas lluvias en los cultivos en el tramo final de la gruesa 2022/23?
Ante la pregunta, los técnicos de Rosario responden: “las lluvias son el final del velatorio: ya enterramos la campaña 2022/23”. Explican que las lluvias le ponen final a la angustia de no saber cuánto más se podía seguir perdiendo: “antes de las lluvias, no se sabía cuánto de lo que estaba en el campo en la última semana se iba a perder. Ahora hay una idea de lo que podrá cosecharse”. Respecto a los maíces tardíos explican que el 30% de las siembras de diciembre no lograron formar espigas pero que hay otros lotes en los que, pese a que polinizaron muy mal por la falta de sincronización, ahora tienen posibilidades de alcanzar los 25 a 30 qq/ha. La mayor esperanza está puesta en las siembras de fines de enero: “si no los agarra una helada temprana, podrían dar una sorpresa y alcanzar hasta 30 qq/ha”, indican. En Marcos Juárez previo a la lluvia reportaban que todo el maíz de primera (siembras tempranas) estaba absolutamente definido y que el 80 % de lo tardío también. Puntualmente, estimaban pérdidas del 50 % en el maíz temprano. En cuanto a lo tardío, explican que estas lluvias son solo útiles para frenar el deterioro de algunos lotes. En otros ya es muy tarde. En Bigand dicen que por la gravedad de la situación, aunque recibieron 50 milímetros entre el lunes 20 y el martes 21 (algo que no ocurría desde hace un año) estas lluvias no mejoran los daños de la sequía y el calor.
Fuente: GEA