Debido a la catástrofe productiva de la campaña que estamos dejando atrás y la baja competitividad del trigo argentino con relación a los precios del cereal euroasiático, las exportaciones del complejo triguero se han posicionado en torno a niveles mínimos.
La dinámica de los registros de DJVE de trigo
Cuando en general se hace referencia a una campaña de trigo, por convención se entiende que la misma da comienzo en diciembre de cada año, promediando la cosecha del cereal, hasta noviembre del siguiente año, finalizando el ciclo. Así, a modo de ejemplo, la campaña 2022/23 comenzó el 1/12 del año 2022 y finaliza a fines de noviembre del 2023.
Dada la normativa vigente en nuestro país, es obligatorio para los exportadores realizar Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) para poder comercializar el trigo por fuera de las fronteras nacionales. Como es usual en el comercio internacional, los compromisos con el exterior se realizan con gran anticipación, usualmente de varios meses, de acuerdo con las necesidades de la demanda y los requerimientos de logística que el tiempo y la distancia entre proveedor y cliente demandan. De allí, que esa anticipación en la materialización del embarque comprometido se plasma en las DJVE, que se registran incluso antes de que comience efectivamente la cosecha. A modo de ejemplo, para el trigo correspondiente al ciclo 2016/17, se han registrado DJVE por un volumen de 900.000 toneladas hasta el mes de noviembre del 2016 inclusive; es decir, se han registrado de manera anticipada. Esto no quita, que durante el transcurso del ciclo no se registren nuevas DJVE; de hecho, para aquella campaña, entre diciembre de 2016 y noviembre de 2017 se registraron DVJE por más de 11 Mt.
Tomando las últimas siete campañas como referencia, en promedio la mitad del volumen registrado en DJVE se realizó de manera anticipada a la cosecha. De hecho, la proporción ha tendido a crecer durante los últimos ciclos. En el gráfico siguiente se muestra las registraciones de DJVE, tanto de forma anticipada como durante la campaña a esta altura del año.
Para el ciclo 2022/23 prácticamente la totalidad de DJVE corresponde a registros de forma anticipada, de hecho, durante los meses de febrero, marzo y abril del 2022 se anotaron casi 8 Mt. Dado que los niveles productivos finales resultaron por debajo de cualquier estimación previa, parte de esas ventas declaradas en un inicio han sido “rolleadas” para la campaña siguiente gracias a disposiciones de la Secretaría de Agricultura. En consecuencia, se han anotado volúmenes ínfimos de nuevas DJVE durante la campaña, siendo así el nivel más bajo de la serie, sin contar la 2023/24.
A esta altura del año, en promedio para las últimas campañas, ya se habría registrado el 77% del total de DJVE que se anotan de forma anticipada. Sin embargo, para el ciclo 2023/24 todavía no se ha registrado ninguna DJVE. Esta anomalía responde a la caída productiva 2022/23 y posterior “rolleo” de un volumen importante de compromisos que asciende a más de 5 millones de toneladas sumado la incertidumbre que existe actualmente de cara a las elecciones.
Lógicamente, el valor en dólares de las exportaciones argentinas de trigo ha sufrido una merma considerable. Según datos provenientes del INDEC, el valor total de las exportaciones correspondientes a trigo de la campaña 2021/22 fue de 4.656 millones de dólares, y a septiembre del 2022 ya promediaba 4.500 millones de dólares. La caída entre campañas del valor de las exportaciones de trigo 2022/23 a septiembre es de un 78%. Comparando con niveles promedios de los últimos ciclos, a esta altura del año, el valor de las exportaciones en dólares cayó un 62%.
Para el ciclo venidero, se proyecta una recuperación en el nivel de exportaciones, superando los USD 2.500 millones. Sin embargo, los guarismos finales quedarán supeditados al volumen efectivamente producido, la disponibilidad para exportar y los precios de exportación que vienen cayendo en el mercado global.
Según GEA, de 5,4 M ha sembradas de trigo, casi 2 M ha se encuentran en condiciones regulares a malas. Las zonas del centro de Santa Fe, norte de La Pampa y Buenos Aires, como así gran parte de la superficie de Córdoba implantada con trigo, se encuentran altamente condicionadas a las precipitaciones venideras. Por lo que, la eventual recuperación en términos de valores de exportación podría verse recortada.
Frente a todo esto, tanto la abrupta caída en registraciones de DJVE correspondientes a la campaña 2022/23, como los nulos anotes de DJVE para el ciclo entrante, está significando un recorte en la recaudación por derechos de exportación del complejo trigo.
¿Cómo está el mercado de Chicago?
Desde julio de este año que las cotizaciones de trigo en Chicago no logran marcar más de tres ruedas seguidas en terreno positivo. Si bien el mercado siempre ha estado alerta al conflicto entre dos de los principales exportadores de trigo, los fundamentos imponen la tendencia a la baja.
En su último reporte mensual, el International Grain Council (IGC) incrementó sus proyecciones para el nivel de oferta global mientras que recortó en demanda. Si bien se esperan importantes caídas para las producciones australianas y canadienses, la respetable campaña sobre la zona del Mar Negro y revisiones al alza de stocks iniciales compensarían en parte el impacto. Todo ello combinado con un recorte de 1,3 Mt del nivel de demanda esperada para el año entrante.
A los actualizados niveles relativos de oferta y demanda se le suma la presión del trigo ruso, que sigue manteniendo los precios FOB más bajos entre los principales exportadores, rondando USD 240/tn. Según analistas, la voluminosa producción rusa generaría problemas de almacenaje y forzaría las ventas. (BCR)