El último informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que, al pulso de cada tormenta, o de cada chaparrón que suma algún milímetro, avanza sedienta de agua la siembra de soja de primera. El fin de semana pasado, el 75% de la región núcleo recibió precipitaciones por encima de los 10 mm, pero solo el 22% del área superó los 20 mm. Por supuesto sirve, y más en este final de noviembre del 2020 acorralado por una Niña y una sequía de 6 meses que sigue arrastrando sus consecuencias en toda el área. Tan es así, que la sequía muestra por momentos un retroceso parcial, para reposicionarse y seguir dominando el área.
Aún con las últimas lluvias, la condición de sequía extrema solo bajó un 10%: pasó de 35 a 25%. Pero la condición de sequía “escasa” aumentó y domina sobre el 52% de la región núcleo al comparar la situación actual (derecha, 19/11) con la de la semana pasada (izquierda, 12/11).
Tras las lluvias, se sembró medio millón de ha
En una semana se avanzó sobre 500 mil has, el progreso total es del 90%. En la franja de Rosario al oeste y en el noreste bonaerense casi no se registraron milímetros. Allí las sembradoras siguen paralizadas. Los primeros 10 cm de suelo están muy secos y requiere una lluvia de al menos de 10 mm para poder reactivar las labores. “Está faltando agua desde Baradero hasta Chacabuco”, comentan los ingenieros de la zona. La siembra de soja temprana se completó en un 80% del área y tuvo que detenerse por la falta de humedad. “Hay lotes que se van a pasar de soja de primera a maíz tardío”, dicen.
¿Cómo está la soja sembrada?
Por un lado, hay diferencias de emergencias entre los primeros y los últimos sembrados, y dónde no llovió, las plántulas de soja muestran signos de stress.
Los primeros lotes de soja sembrados, que tuvieron buena humedad, emergieron bien y en la región coinciden que están en muy buenas condiciones. Pero dónde no llovió, en el centro sur de Santa Fe y NO bonaerense, hay problemas. En Cañada de Gómez, los últimos lotes se sembraron con menos humedad: “hubo que clavar la semilla a más profundidad. Ahora se evidencian malos nacimientos por falta de vigor de la semilla. Hay pérdidas en el stand de plantas”. En el sudeste de Córdoba, como en Marcos Juárez, la emergencia y el crecimiento de la oleaginosa es más lenta que en otros años por la menor temperatura y la falta de humedad. En el noreste de Buenos Aires, advierten, “las plántulas están sufriendo: se ve poca turgencia de hojas”.