“Lamentablemente todo el esfuerzo tecnológico de la cadena productiva y la incorporación de herramientas junto al apoyo azaroso del clima que brindaron rindes extraordinarios, se vio diluido frente a la caída de precios internacionales, la depreciación del dólar, el aumento de los costos de producción (dolarizados), la ahogante presión impositiva, sumada a la dificultad de colocación y venta de determinados productos (trigo y maíz)”, dice la entidad en un comunicado.
Para los dirigentes del norte bonaerense, “estamos frente a una situación de debacle absoluta. El sector se encuentra desfinanciado, frente a la pérdida de su capital de trabajo a lo que le se suma la perspectiva de magros precios hacia la próxima campaña”.
“Un ejemplo absolutamente claro es el análisis de la superficie de trigo sembrada, que cayó en forma significativa. Situación que estamos seguros se extenderá al maíz, llevando a profundizar el escenario del monocultivo de soja, escenario no deseado por nosotros los productores, ya que agrega riesgo a la actividad en su conjunto además del impacto negativo que produce en el ambiente por la falta de rotación de suelos” comentó Alejandro Calderón, Presidente de la entidad.
De igual manera debe quedar claro que la actividad en su conjunto no muestra rentabilidad, por el contrario muestra quebranto en los análisis previos. “Esto no sólo afecta al productor y a la empresa agrícola sino a todo el interior y a las actividades de comercio y servicio que se motorizan en forma directa e indirecta a partir del agro” agregó Calderón.
Por último, desde la institución convocan a una urgente reflexión de autoridades provinciales y nacionales a fin de no paralizar al interior productivo del país e invitan a todos los productores y demás integrantes de esta gran cadena productiva, independientemente de la afinidad gremial, a trabajar en forma conjunta para salvar esta difícil situación.
