Se pronostica que la producción mundial de leche en 2020 crecerá un 0,8% a 859 millones de toneladas, principalmente debido a las expectativas de expansión de la producción en Asia y América del Norte, con aumentos moderados en América Central y el Caribe, Oceanía y África, parcialmente compensados por ligeros descensos anticipados en Europa y Sudamérica.
La continua modernización de las granjas en China y la movilización de las cooperativas de las aldeas en la India mantienen el crecimiento de la producción de leche en Asia. Se anticipa un crecimiento del rendimiento en los Estados Unidos de América (EE. UU.), Lo que ayuda a una expansión moderada de la producción, a pesar de las limitaciones en las cadenas de suministro de productos lácteos, mientras que la producción de leche de México se está expandiendo gracias a la sólida demanda de consumo e industrial. En Australia, se prevé un repunte de la producción, mientras que en Nueva Zelanda es probable la contracción inducida por el clima seco. En los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (Reino Unido), un rebaño lechero más pequeño está detrás de la ligera contracción esperada en la producción agregada, a pesar de las mejoras en el rendimiento. Impulsada en gran medida por las granjas lecheras modernas, la producción de leche está aumentando en la Federación de Rusia. También se espera una recuperación de la producción en Argentina, mientras que el clima seco puede limitar el crecimiento de la producción en otras partes de América del Sur.
Se pronostica que las exportaciones mundiales de productos lácteos en 2020 se contraerán en un 4% a 74 millones de toneladas (en equivalente de leche), lo que, de confirmarse, marcaría la mayor disminución interanual en tres décadas. Esta perspectiva negativa se basa en la probable disminución de las importaciones, principalmente de China, Argelia, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, atribuibles a los bloqueos de COVID-19 y medidas de distanciamiento físico, pero también a desaceleraciones económicas generalizadas y bajos precios del petróleo. Es probable que la deprimida demanda mundial de productos lácteos frene las exportaciones de la UE y el Reino Unido, Nueva Zelanda, Emiratos Árabes Unidos y Uruguay, mientras que los envíos desde EE. UU. Y Argentina pueden aumentar un poco.
La contracción de las importaciones mundiales de productos lácteos, junto con la acumulación de suministros no vendidos en los principales países exportadores, explican la debilidad de los precios de los productos lácteos observada en lo que va del año. Dadas las dificultades económicas que enfrentan muchos países, es probable que la demanda siga siendo moderada en los próximos meses, lo que probablemente mantendrá bajo presión los precios internacionales de los productos lácteos.
Fuente: OCLA