Los mercados de queso saltaron por un precipicio esta semana. Los bloques de Cheddar al contado del Chicago Mercantile Exchange – CME cayeron por el precipicio y disminuyeron 54,75ȼ a 1,705 dólares la libra, borrando casi tres meses de ganancias. Los barriles se desplomaron 71,75ȼ , a $ 1,5175. La escasez de queso fresco ha terminado claramente, y ahora el mercado debe absorber al menos dos meses de producción formidable en medio de una demanda cuestionable.
La producción de queso alcanzó los 1.100 millones de libras en junio, un máximo histórico para el mes y un 3,5% más que el año anterior. Los queseros se apresuraron a satisfacer el apetito de los consumidores por la pizza. La producción de mozzarella aumentó un 3,7% interanual. La producción de queso cheddar fue un 1% más alta que los niveles del año pasado.
Las exportaciones estadounidenses de queso se dispararon en junio a un récord de 84,7 millones de libras. Los compradores mexicanos se sintieron claramente atraídos por los precios de remate a principios de año. Las exportaciones de queso de Estados Unidos al sur de la frontera alcanzaron el máximo de los últimos dos años. Las exportaciones al sudeste asiático se mantuvieron fuertes. El precio promedio de las exportaciones estadounidenses de queso y cuajada en junio se desplomó a alrededor de $ 1,77 por libra, el segundo valor mensual más bajo desde 2012.
Las fuertes exportaciones de queso de EE. UU. disminuirán a medida que los precios más altos pasen a primer plano.
Los otros mercados lácteos también cayeron esta semana. Ambos polvos perdieron 2,25ȼ. Eso puso el suero seco a un aburrido 32ȼ por libra. Arrastrada por una decepcionante subasta de comercio global de productos lácteos, la leche en polvo descremada (LPD) cayó a 95,5ȼ.
Los alcistas y los bajistas iban y venían en el mercado de la manteca, pero los bajistas finalmente triunfaron. La manteca al contado CME cayó 7,75ȼ esta semana a $ 1,53.
Con los precios de los productos lácteos más bajos en todos los frentes, los futuros sangraron copiosamente. La leche Clase III de agosto bajó $ 1,67 a $ 19,36 por quintal. Septiembre colapsó $ 2,69 desde el viernes pasado a $ 16,23. Los contratos del cuarto trimestre también sufrieron grandes pérdidas, pero lograron mantenerse por encima de los $ 16, notablemente más altos que los mínimos de menos de $ 15 registrados durante la pandemia esta primavera. La mayoría de los futuros de Clase IV perdieron entre 20ȼ y 50ȼ. Los contratos de clase IV se están revolcando en entornos no rentables, en el rango de $ 13 a $ 14.
Los productores de lácteos están haciendo todo lo posible para capturar leche de 19 dólares cada 100 libras (US$ 0,41/kg. de leche) mientras dura. Los establos están llenos y los volúmenes de sacrificio son inusualmente bajos. Las temperaturas suaves en el centro del país y las noches frescas en los estados montañosos están reduciendo el estrés por calor. En esas regiones, la producción de leche se está recuperando de su caída de verano. Habrá mucha leche a medida que el verano se convierte en otoño. Normalmente, el impulso del regreso a clases en las ventas de leche líquida ayudaría a absorber una parte de esta nueva leche. Este año, con millones de estudiantes aprendiendo en casa, el bache de la escuela puede ser solo un problema. La pandemia continúa enfermando la demanda de lácteos.
