Había consenso de los organismos que monitorean el fenómeno del Niño en el Pacífico: proyectaban un ascenso de los valores y transición hacia la neutralidad. Pero no, “la publicación del último Índice Oceánico Niño muestra que la anomalía de la temperatura superficial se mantuvo sin cambios respecto del mes pasado (ONI -1.0). Es decir, manteniendo el grado de enfriamiento del mes anterior y por lo tanto la influencia negativa del evento Niña”, dice José Luis Aiello, Dr. en Cs. Atmosféricas.
El problema, explica el consultor Elorriaga, es que el valor de enero retoma la tendencia que tuvo en el 2021, año en que fallaron las lluvias de la segunda quincena de febrero y primera de marzo. El valor ONI de enero coincide con el de enero del 2018, con todos los temores que eso implica.
El fenómeno La Niña, por el momento, continuará presente hasta el mes de abril. Seguirá siendo un condicionante de la circulación atmosférica que puede volver a afectar de manera negativa la oferta de agua, señalan los especialistas.
Fuente: GEA