Cómo mantener el equilibrio ante los problemas productivos que enfrentan vastas zonas del país afectadas por los excesos hídricos es uno de los grandes desafíos. En Experiencia Forrajera, organizada por Claas Argentina en Sunchales, reconocidos especialistas analizaron una serie de aspectos a considerar.
Las inundaciones causaron una disminución de tambos y rodeos. El 44% de la leche que se procesó en Argentina durante abril provino de tambos menores a 3 mil litros. ”Tenemos que empezar a trabajar estratégicamente en cómo recomponer el stock. Hay que evaluar sistemas más estables y aprovechar mejor la producción de pasturas. También es importante mantener un buen equipo de trabajo. Debemos centrarnos en fortalecer la lechería argentina durante los próximos dos años“, dijo en Sunchales el coordinador de la Comisión de Lechería de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), Santiago Moro.
Moro analizó la realidad del sector lácteo a nivel local e internacional. ”En junio el precio de la leche en polvo por tonelada fue de 3000 dólares, lo que representa un aumento del 42 por ciento interanual“, dijo y puntualizó que ”en 2015, las exportaciones argentinas de lácteos fueron de 27 mil toneladas, en 2016 estaban en 25 mil y en el primer cuatrimestre del año bajaron drásticamente a un promedio de 16 mil toneladas mensuales, lo que significa una caída de 51 mil millones de pesos. En lo que respecta a la producción, este año se alcanzarían 9.176 millones de litros de leche, un 7% menos que el año pasado“.
Asimismo, señaló que el rubro más afectado fue el de leche en polvo con una merma del 40%, nuestro principal producto lácteo de exportación. Los destinos son Brasil, Rusia y Argelia. En quesos, la caída fue del 20%.
”Hoy tenemos muy buen precio de leche en polvo pero no podemos aprovecharlo por lo poco que estamos exportando debido a las condiciones internas de producción”, alertó el especialista. ”Estamos en una situación similar a la de los últimos años de la década del 90”, ejemplificó.
Calidad de forrajes
A su turno, José Costamagna, gerente de producto de Claas Argentina, se explayó sobre la última tecnología de picado para poder aprovechar al máximo el 95% del potencial que un forraje puede dar a campo. ”Lamentablemente la mayoría de los forrajes que se utilizan sólo expresan un 70% u 80% de la calidad del cultivo“, dijo.
Costamagna se concentró en describir las ventajas del nuevo cracker SHREDLAGE para maíz y sorgo, que fue desarrollado en Estados Unidos y adquirido por Claas para su comercialización junto a las picadoras JAGUAR a nivel global. ”Este equipo nos permite abarcar un margen importante en el rango de picado: de 3,5 milímetros a 30 milímetros“, especificó y aclaró que por el diseño de los rolos, el nuevo cracker permite obtener fibra de mucha calidad y con una longitud adecuada para el rumen que posibilita una mayor digestibilidad del animal, lo que finalmente se traduce en resultados económicos.
”Este equipo es fundamental para abarcar todas las estrategias de alimentación y por eso pensamos en que pueda incorporarse a toda las máquinas en serie para que el contratista no tenga la necesidad de cambiar de un cracker de maíz a uno de sorgo mientras realiza su trabajo“, expresó Costamagna.
Recurrir a las pasturas
Ante el ascenso en las napas freáticas, Luis Romero, de INTA Rafaela, se centró en ”qué podemos hacer para producir pasto. Y puntualizó: ”sembrar pasturas perennes para ir cubriendo las pérdidas de este recurso; hacer pasturas en base a trébol rojo, cebadilla criolla, festuca o trébol blanco; elegir el cultivo en función del ambiente; aplicar tecnología y planificar de acuerdo a la calidad“, enumeró el especialista entre otros puntos.
En tanto, su colega Carlos Di Bella, de INTA Castelar, evaluó el estado metereológico del último mes y se refirió a las perspectivas de precipitaciones para lo que resta del 2017. ”Para los próximos tres a seis meses hay iguales chances de tener eventos neutros como Niños“, comentó.
Nuevos modelos de negocios
Al cierre, el economista Matías Tombolini evaluó la política económica del Gobierno, repasó variables duras, se refirió a la importancia de agregar valor para ser más productivo y analizó las perspectivas a futuro. ”Para agregar valor, hay que entender que el progreso es el hijo del esfuerzo y en el campo lo saben perfectamente. Pero con esforzarse solamente no alcanza y hay que buscar modelos de negocios nuevos. Muchas veces la necesidad de progreso nos obliga a salir de nuestra zona de confort“, remarcó.
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