Mañana martes arranca el seminario Acsoja 2016, que mostrará los trabajos e investigaciones desarrollados por la licenciada Alit Fiorella Face Pollicelli, que proyectan la utilización de la oleaginosa en formulaciones de alimentos balanceados, entre los cuales se destacan sus aplicaciones hacia la acuicultura.
Esta biotecnóloga, del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, presentará el Programa Innovacua, que incursiona en la cadena de valor de la soja, para el desarrollo de nuevos cultivos de peces de alto valor, en gran parte de la geografía Argentina.
El proyecto, viene observando aspectos relacionados con la nutrición (soja), genética, sanidad animal y desarrollos de proveedores, para el mercado de diversas especies, entre las que se destacan pulpos y algunos tipos de peces y mariscos.
El objetivo es demostrar el potencial que tiene la acuicultura en nuestro país, relacionando su crecimiento con nuevas líneas de formulaciones para la producción de alimentos, a partir de la utilización de la soja.
El parámetro de investigación que vincula a la soja para la alimentación balanceada y nutrición animal, se está trabajando con Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena), el Conicef y universidades.
Alit, reconoce que dentro de los alimentos balanceados para peces no todo es igual.
En especies como las truchas, se necesita una precipitación o caída lenta en el agua, para que el animal pueda tomarlo. Otros peces, necesitan que el alimento flote o vaya hacia el fondo.
“Aca, entra a jugar la metodología de producción y el sistema de extrusado, que mide la inyección de mayor o menor cantidad de aceite.
Este, a su vez, repercute en los perfiles de omegas y le dan la posibilidad al pez de incorporarlos en su tenor graso, para luego ser transmitidos a los seres humanos, con un valor nutricional alto y destacable”.
El productor agropecuario, debe comenzar a percibir esta diferenciación en la soja. No solo tiene que ver con aumentar el volumen del grano, en el alimento balanceado.
En poco tiempo, Innovacua espera otorgar un empuje a las líneas de trabajo, para cristalizar el valor agregado en productos comerciales.
A futuro, estaría transfiriendo el conocimiento a empresas que vean la posibilidad de un negocio, y desarrollo de nuevas alternativas y fuentes de trabajo.
“Más allá de la cantidad de soja que se incorpore en el alimento balanceado, lo importante pasa por diversificar calidades. Actualmente, el mercado de alimentos balanceados se rige por un motón de certificaciones y llegar a determinar estos procesos, depende de variar en el agregado y la formulación de la soja. El objetivo es que todo se traduzca en valor nutricional.
