Está es una de las problemáticas que marcan la actual coyuntura en el mercado interno de granos, que será tratada por los expertos del seminario Agrotendencias 2013. El congreso organizado por la Federación de Acopiadores, que desde sus inicios cuenta con el apoyo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), tendrá su novena edición el 19 de noviembre en el Hotel Emperador de la ciudad de Buenos Aires (Av. del Libertador 420).
“Por un lado, observamos que la tecnología le dio una herramienta adicional al productor, que es tiempo; sin embargo, esto se contradice con lo que estamos viendo en las tendencias de comercialización, ya que, por ejemplo, el trigo y el maíz se han vendido más rápidamente de lo que se hacía antes, algo que se debe fundamentalmente a las regulaciones que hay en el mercado”, sostiene Ramiro Costa, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, quien tendrá a su cargo el desarrollo del tema en el encuentro.
Según Costa, “hoy la ventana de siembra, en la mayor parte de las zonas agrícolas del país es más amplia que hace unos años, debido a los avances en genética y otras tecnologías”. Esto, explica el especialista, implica la posibilidad de tomar una decisión con más información en la mano. En sus propias palabras: “Mientras que antes se tenía que decidir la siembra cuando todavía faltaba que se defina una buena parte de la historia del cultivo en los demás países del mundo, hoy se tiene una mejor noción de si la campaña de Estados Unidos viene bien o mal, y con eso se puede saber si conviene hacer maíz o no, por dar un ejemplo”.
“El problema –plantea el experto– es que debido a las regulaciones en los mercados y a la imposición de cupos, hoy se está limitando la venta diferida en el tiempo, y por eso se ha ido perdiendo esa ventaja que señalábamos”.
Como caso testigo, Costa pone la lupa sobre cómo fue creciendo la proporción de maíces tempranos y tardíos, indicando que mientras hasta hace unos años era del 80 y el 20 por ciento, respectivamente, hoy esos valores alcanzan el 60 y el 40 por ciento. “Esto significa que los maíces tardíos le convienen a algunos productores, que deciden sembrar antes o después de acuerdo a cómo venga el año en términos de Niña o Niño, mayor o menor humedad, etcétera. Lamentablemente, esta es una ventaja competitiva que el productor no puede aprovechar comercialmente, porque luego está obligado a vender cuando se arma el mercado en función de los cupos de exportación, pues desconoce lo que pasará más adelante”.
Para el especialista de la Bolsa de Cereales –que en el marco del seminario revelará el impacto de esta problemática en los productores– el cese de las restricciones implicaría una mayor libertad para hacer ventas diferidas en el tiempo y un mejor aprovechamiento de las oportunidades que brinda el mercado.
“En último término –sostiene– esto daría como resultado un incremento en el nivel de cosechas, porque lo que ocurre hoy con el trigo y el maíz tiene claramente su raíz en los problemas que acarrean las restricciones comerciales”.
El programa del seminario también incluye un detallado panorama de las proyecciones de largo plazo del comercio mundial de granos, a cargo de Mike Dwyer (USDA); la demanda asiática y la respuesta de la oferta del Cono Sur y el Este Europeo, un tema que abordará Walter Cellario (Multigrain); y las limitantes estructurales de la oferta de los países emergentes, bajo la lupa de Leandro Pierbattisti (Federación de Acopiadores). Luego Miguel Gorelik (Valor Carne) desmenuzará las perspectivas del mercado de carnes.
Hacia la tarde disertará Ramiro Costa, y un panel coordinado por Raúl Dente (Federación de Acopiadores) se concentrará en las perspectivas del mercado de granos, con la participación de Diego de la Puente (Nóvitas) sobre trigo y granos forrajeros y de Gustavo López (Agritrend) en los granos oleaginosos.