Si bien la ganadería no es la actividad económica más fuerte de Tucumán, sin duda es muy importante, y año a año, los productores del sector, realizan grandes esfuerzos para mantener y posicionar al sector, ya sea luchando contra las inclemencias climáticas, el avance del agro o haciendo frente a los avatares de la economía y la política gubernamental. En definitiva, el sector ganadero, pese a todo, no baja los brazos y así logró ganar terreno y evolucionar.
Por eso, no extraña que el Gobierno provincial haya puesto su mirada en este sector y haya decidido apoyar su tesón a través de leyes basadas en incentivos fiscales, con el objeto de estimular las inversiones, tanto en el sector ganadero como en la modernización de los frigoríficos y en la incorporación de valor agregado a la producción en la zona.
Es sabido que las poco más de 144.000 cabezas de ganado que se desarrollan en Tucumán no son suficientes para lograr el autoabastecimiento del consumo local, lo que obliga a que tengamos que importar más del 70 por ciento de la carne desde otras regiones del país para atender la demanda: en promedio, el tucumano consume entre 50 y 52 kilos de carne de vaca anuales, y con la actual producción local no se alcanza ni mínimamente a cubrir el consumo de la mitad de la población.
Desde la Sociedad Rural de Tucumán (SRT) ponderaron la iniciativa gubernamental de otorgar alícuota cero en los impuestos de Ingresos Brutos y Salud Pública para la ganadería, un incentivo fiscal que abarca a toda la producción pecuaria y que contempla el beneficio por 18 meses de duración y que alcanza a la producción de carne vacuna, ovina, porcina y caprina.
“Esta medida llega en un momento oportuno para el sector ganadero ya que viene a mitigar en parte la fuerte presión que sufren los productores debido a la elevada inflación, y la presión impositiva y tributaria que afecta severamente los costos”, señaló Ignacio Lobo Viaña, presidente de la SRT.
Asimismo, agregó que si bien el incentivo gubernamental es bienvenido, reconoció que en principio era muy corto el período de 18 meses que se había tomado para la validez de la alícuota cero, teniendo en cuenta que se trata de una actividad que necesita justamente de tiempo para desarrollar un ternero o engordar una vaca. “Era poco el tiempo estipulado inicialmente para definir inversiones que apunten a aumentar la producción”, añadió.
“Es una ley que baja sensiblemente los costos de la producción pecuaria con la alícuota cero en Ingresos Brutos y también en el impuesto Salud Pública que alcanza a los ganaderos que tomen nuevos empleados. Además a todo se agrega una devolución de un 20 por ciento de la inversión realizada por los productores, con bonos de la provincia que se pagan a 4 años de plazo. Es una buena ley ya que promueve la actividad ganadera local en una provincia que es netamente importadora de carne”, apuntó el ruralista.
Agregó que en Tucumán no son muchos los ganaderos, sin embargo es una actividad en franco crecimiento y aclaró que la mayoría son pequeños productores.
“En Tucumán en carne vacuna producimos apenas un 12 ó 15 por ciento como máximo y somos el principal mercado del NOA. Producimos muy poco para lo que es la demanda y ahora con este incentivo gubernamental esperamos poder aumentar la producción”, señaló.
“Por suerte el Gobierno escuchó nuestro pedido y planteos y decidió prorrogar el beneficio de la ley hasta fines de 2019. Esto viene bien porque los ciclos de la producción pecuaria son largos y 18 meses era un tiempo que no daba lugar a los productores para recuperar la inversión ni gozar de sus beneficios”.
“Hay que fomentar la producción local con baja impositiva, de manera que todo ese volumen de dinero quede en el circuito económico local. Esta baja en Ingresos Brutos es muy buena y de seguro va a generar inversiones importantes”.
Para Lobo Viaña, uno de los sectores más agraciados será el de engorde de ganado ya que allí los márgenes de ganancias son muy pequeños. “En el caso de los feed lots, los números y márgenes de ganancias que se manejan son muy chicos por la incidencia que tienen la alimentación y el precio de venta del ternero. Esto ayudará a los productores”.
Asimismo, reconoció que con esta alícuota cero, el productor ganadero de Tucumán comienza a equiparar a su pares de otras provincias del NOA, como Salta y Santiago del Estero, donde no exite el Ingreso Bruto. Es más, dijo que hasta puede ser que ahora el productor local tenga “cierta ventaja” respecto a los de otra provincia. “Por ejemplo, Salta y Santiago no tiene Ingreso Brutos, en ese sentido nos pondríamos en igualdad de condiciones, pero en Santiago no existen planes que devuelvan inversiones realizadas y en Salta sí daban alguna devolución. Creo que en cierta medida ahora tendremos nosotros ciertas ventajas”.
Autor: Fabian Seidan – Producción Agroindistrial NOA