La ganadería no es “el cuco”

“Es parte de la solución y no del problema, como muchos quieren hacer creer. Las RRSS amplifican procesos de desinformación.

El desafío está en empatizar en esas plataformas con un mensaje atractivo y entendible” dijo Adrian Bifaretti, del Ipcva.

En el marco del 30° Congreso Aapresid, el jefe del Departamento de promoción interna del IPCVA, Adrian Bifaretti, lideró un panel sobre “Retos del marketing de carnes en un mundo que se veganiza al ritmo de algoritmos” y moderó el panel de Diana Rogers sobre “Mitos y verdades sobre carne bovina, cambio climático y nutrición”.

Aprovechamos su participación en el evento para entrevistarnos con Adrian y debatir sobre los desafíos que enfrenta el sector en este contexto.

Entre muchos consumidores, la ganadería suele señalarse como una gran emisora de gases e ineficiente desde lo energético ¿Es cierto que seríamos más sustentables si reemplazáramos la proteína animal por vegetal en nuestras dietas?¿Qué implicaciones tendría esto desde lo nutricional, lo social y cultural?

Cuando nos encontramos con este tipo de inquietudes tenemos que tener en cuenta tres aspectos.

Primero, la ganadería es una actividad productiva que permite transformar los pastos que no son digeribles o consumibles por el humano en alimentos de alta calidad biológica. Debemos imaginar a la ganadería como una maquinaria que ayuda  a lograr esos alimentos de alta calidad.

En segundo lugar, la mayor parte del alimento que consume el ganado, un 86% para ser precisos, no compite por superficie con el alimento que el humano puede comer. Esto hay que resaltarlo, porque a veces se plantea esa falsa competencia de la alimentación de los animales y de la gente.

La otra cuestión tiene que ver con la cultura alimentaria. Muchos nutricionistas dicen que no hay que irse a un extremo, sino un equilibrio en donde haya tanto productos de origen  animal como vegetal. Eso es lo que estamos haciendo desde el IPCVA, tratar de promocionar la carne en el marco de una dieta equilibrada y balanceadas, en sus justas porciones, y contamos con el aval de profesionales médicos reconocidos a nivel país.

¿Qué estrategias deberíamos implementar para posicionar a la ganadería y la carne en la sustentabilidad de los agroecosistemas y en nuestra cultura alimentaria?

Lo que está haciendo el IPCVA en su comunicación en las redes sociales es mostrar este concepto de alimentación equilibrada, que incluya fuentes vegetales y animales en un mismo plato. El desafío es tratar de transmitir eso a través del contenido audiovisual que difundimos.

En el mismo sentido, la ganadería es parte de la solución y no del problema, como muchos quieren hacer creer. Tenemos que ir por un sistema que reduzca paulatinamente el nivel de emisiones, pero también poner en la ecuación todo lo que la actividad captura.

La ganadería facilita la recirculación del carbono, a través de la fotosíntesis de las plantas.

Además, un sistema ganadero manejado racionalmente, sin sobrepastoreo o excesiva carga, permite mejorar la estructura del suelo. Las rotaciones agrícola-ganaderas permiten mejorar la biodiversidad del suelo y todo lo que tiene que ver con su microbiología, y con esto, mejorar otros parámetros de funcionamiento como la infiltración de agua y evitar procesos de escorrentía.

Todavía hace falta mucha investigación científica y evidencias, para mostrar esa faceta que hoy no está presentada y traducirla a lenguajes sencillos y claros para que sea fácilmente entendible por las generaciones más jóvenes.

En línea con lo anterior, hoy las RRSS influyen mucho en las conductas alimentarias ¿cómo podemos accionar desde ahí?

Las redes sociales amplifican muchos procesos de desinformación o información sesgada. La actividad que lleva adelante el IPCVA, es ir difundiendo la información y la autenticidad de la carne vacuna argentina, bajándola a un lenguaje sencillo y adaptable.

Hoy el IPCVA y Carnes Argentinas tienen más de 174.000 seguidores en todo el ecosistema digital. El desafío está en empatizar en esas plataformas, sobre todo con las generaciones más jóvenes y llegar con un mensaje atractivo, que le preste atención y entendible.

Para eso el instituto está trabajando con influencers en tres ejes: difundir recetas de todo tipo, con personal de la salud y con contenidos adaptados al tema de sostenibilidad.

También estamos buscándole la vuelta emocional a esto, en mostrar a la gente que el campo tiene un rol muy importante a nivel social. Cuando uno habla de sostenibilidad no debemos olvidar la parte económica y  lo que significa para el país, además de lo social, lo que significa el nivel de arraigo en distintos lugares de argentina, con mucho peso en el interior.

Todas estas cuestiones hay que ir difundiéndolas en las redes y es lo que estamos haciendo desde el IPCVA.

Fuente: Aapresid

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