Es la campaña más difícil para el maíz. Las intencionalidades que se manifiestan son las más bajas de los últimos diez años; los extremos están en el orden del 20 y el 70%, porcentajes que varían según cada zona y que corresponden al maíz temprano.
Los técnicos están preocupados por los efectos erosivos que dejará el temporal en los suelos. El menor aporte de rastrojos expondrá a los suelos a mayores procesos erosivos especialmente en esta campaña con pronósticos de un Niño. La baja incorporación de gramíneas condicionada por factores que exceden al productor aleja a los agroecosistemas del concepto de producción sustentable. (Fuente: GEA)
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