Desde el mismo seno de la bancada oficialista un grupo de diputados de Misiones, Corrientes, Chaco, Buenos Aires y Santa Fe, presentó un proyecto de ley que apunta a la “prohibición total de la comercialización, uso, y aplicación del herbicida que incorpora en su formula química al “Glifosato”, por su aguda toxicidad”.
El proyecto está encabezado por la diputada Julia Perie, conocida por su militancia ambientalista, lo mismo que la correntina Aravelli Ferreyra. Pero también la iniciativa lleva la rúbrica de diputados de Buenos Aires como Jorge Rivas y Adela Segarra, de Santa Fe como Silvia Simoncini y hasta de la provincia del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, mediante la firma de José Mongelo (Chaco).
Los diputados citan trabajos de numerosos investigadores de donde se desprende que hay pruebas suficientes que demuestran que el glifosato produce la “intoxicación crónica” durante el uso continuado. Según los legisladores “el glifosato está encuadrado en la máxima categoría entre las sustancias tóxicas para el ser humano, según la Organización Mundial de la Salud, siendo capaz de romper la cadena de ADN de una célula humana, la que podría continuar con vida y degenerar en enfermedades terminales”.
El producto fitosanitario causaría daños a la salud como “irritaciones dérmicas y oculares, náuseas y mareos, edema pulmonar, descenso de la presión sanguínea, reacciones alérgicas, dolor abdominal, pérdida masiva de líquido gastrointestinal, vómito, pérdida de conciencia, destrucción de glóbulos rojos, electrocardiogramas anormales y daño renal”, según estudios realizados en Estados Unidos.
En la agricultura argentina se utilizan anualmente unos 200 millones de litros de glifosato y por decreto 21/2009 firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se creó ese año una Comisión de Investigación específica para el tema en el Ministerio de Salud. Los diputados quieren que sea esa comisión la que dictamine la prohibición del agroquímico cuestionado. (El Enfiteuta)
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