El reciente informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que, pese a la falta de agua que aún mantiene en sequía al 37% del área en el oeste, hay buen final para el trigo en la región núcleo. El rinde promedio estimado es 37,5 qq/ha contra los 32,7 del año pasado. Y la producción rompe todas las marcas de los últimos 10 años, alcanzando los 6,27 Mt.
Esto no es casualidad. En este ciclo la siembra alcanzó un nivel record, con 1,7 M de ha implantadas y la apuesta en fertilización se duplicó: se pasó a fertilizar con nitrógeno apuntando a un rinde de 45 a 55 en vez de 25 o 30 qq/ha. Tambien suma, que en este año las siembras se hicieron con excelentes reservas hídricas en profundidad. No hubo eventos dramáticos cómo los del año pasado. Con el trigo en floración, las heladas tardías de la primera semana de octubre fueron un puñal por la espalda para el rinde. Y tampoco hubo eventos de granizo importantes. Los productores y las empresas aseguradoras lo recuerdan muy bien, el año pasado el granizo se cargó casi 120 mil ha trigueras en la región. Pese a la falta de agua, el cultivo logró su objetivo: superar los 6Mt. Hoy la región núcleo tambien es clave en trigo, aportando la tercera parte del total que produce Argentina.
Con sorpresas
A pesar de la falta de agua, los rindes que arrojan las cosechadoras son mejores que lo que se esperaba. De todas maneras, son pocos los lotes trillados: el avance es inferior al 5%. Los mejores lotes promedian 40 qq/ha y los máximos tocan los 53 quintales en el este cordobés. El resto de la región aguardará algunos días más para comenzar. El norte bonaerense no se queda atrás y promete tambien buenos resultados. Y puede haber agradables sorpresas: en General Pinto se estiman rendimientos promedios de 43 qq/ha. En el sur de Santa Fe es donde más se va a sentir la falta de agua. Allí, se esperan los rindes más bajos de la región con 31 qq/ha, cuando el año pasado promediaron 37 qq/ha.