En el documento quedaron plasmados siete ejes centrales que podemos resumir en:
- Reconocer el desarrollo del trabajo de Trigar 2019. Su definición de itinerante para visualizar la cadena triguera a nivel nacional e internacional. Y colaborar para la edición que tendrá como sede a Buenos Aires.
- La TrigAR sea la marca país del trigo.
- Avanzar en 3 propuestas legislativas: la ley de semillas, la promoción de fertilizantes y la ley de fomento a la inversión de la cadena agroindustrial
- Solicitar el fortalecimiento de las instituciones de investigación en relación a la cadena de trigo (INTA, Conicet, universidades, y otros organismos)
- Trabajar el comercio internacional, con la colaboración público-privada, en función de la demanda. Granos, harinas, pastas, productos y derivados de la cadena. Y los procesos de trazabilidad y transparencia. Trabajar en el abastecimiento del mercado interno, genera escenarios previsibles, contar con más herramientas de financiamiento, entre otros.
- La conformación del observatorio del trigo, como espacio de información de la composición del precio de los derivados del trigo; promover las buenas prácticas agropecuarias; y fortalecer los espacios de construcción como el Consejo Agroindustrial.
El documento cierra con una serie de pedidos encabezados por la necesidad de eliminar los derechos de exportación, el compromiso de no intervención del mercado, evaluar el costo impositivo y las distorsiones en la cadena; entre otros puntos.
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