La campaña triguera 2021/22 dejó una superficie sembrada que volvió a acercarse a los 7 millones de hectáreas y una producción récord, en torno a las 23 Mt, según el último reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario. Con niveles crecientes de molienda y exportaciones que marcaron un hito histórico, la campaña que acaba de terminar necesariamente tuvo efectos multiplicadores sobre el empleo argentino.
De acuerdo con el informe, más siembra implicó una mayor demanda de insumos y un incremento en las tareas de laboreo y cosecha en las diversas regiones productivas. Al mismo tiempo, una producción récord necesariamente llevó a más demanda de transporte, en un año comercial que se encontró también con más comercialización, más volumen exportado y más trigo procesado por la industria molinera. “En esta campaña, vuelve a quedar clara la relevancia que tiene la cadena triguera en la generación de empleo privado y genuino en la economía argentina, con un fuerte arraigo regional”, destaca.
En este sentido, la cadena de valor del trigo fue responsable del empleo de más de 414.000 personas al segundo trimestre del 2022. De esta manera, el volumen de empleo de la cadena triguera creció casi un 7% respecto a la 2020/21. No conforme con ello, la cadena del trigo ganó peso en su participación respecto al total de empleo generado por las Cadenas Agroindustriales Argentinas (CAA), acercándose al 12% del empleo agro del país.
“La producción de trigo es una generadora de actividad y empleo fundamental para esta cadena de valor. No obstante, en la producción primaria son los servicios agros los principales generadores de empleo, con los contratistas de mano de obra agrícola como protagonistas”, resalta el informe de la Bolsa.
Asimismo, la comercialización y la industrialización de trigo se siguen destacando año tras año. Estas dos actividades dan cuenta de tres de cada cuatro puestos de trabajo de la cadena del trigo argentino. En la industrialización del trigo, el rol preponderante para el empleo se encuentra en la segunda industrialización del trigo, con la elaboración de panificados, galletitas, balanceados, pastas, entre otros productos. Sin embargo, la primera industrialización del trigo es clave para la generación de insumos del segundo procesamiento industrial triguero.
Por otra parte, se destaca la comercialización minorista, responsable de tres cuartos del empleo comercial triguero. En este sentido, la venta de pan y productos de panadería emerge como la actividad más empleadora del segmento.
Finalmente, cerca del 10% del empleo de la cadena triguera se explica en el transporte, los insumos, la maquinaria agrícola y una serie de servicios relacionados al trigo argentino. Dentro del transporte, por la importancia del camión en la logística granaria argentina, el transporte automotor es el protagonista.
Por otra parte, la distribución de puestos de trabajo entre insumos y maquinaria es muy similar, pero no así en los servicios relacionados, donde se destacan los servicios inmobiliarios rurales.
“El panorama productivo de la cosecha de trigo 2022/23 es muy diferente al que nos encontramos en la campaña que acaba de terminar. Con un fallo de cosecha tan importante como el que se está verificando, los empleos que están involucrados con los servicios al agro, los del transporte automotor y la comercialización se verán afectados de alguna manera y ellos encuentran fuerte raigambre en las poblaciones del interior”, explica el reporte de la BCR.
Y agrega: “En la medida que los niveles de producción, exportación e industrialización se sigan resintiendo, es esperable que la demanda de trabajo de la cadena se debilite, aunque deberemos esperar a los datos consolidados para poder dar cuenta de ello”.