La fuerte caída en los últimos meses de los precios internacionales de los cereales y oleaginosas del orden del 25%, dejó al descubierto el alto riesgo que presenta la actividad productiva.
Sumado a ello, las impiadosas lluvias con inundaciones afectaron gravemente hogares y cultivos en el interior, produciendo pérdidas y hasta quebrantos, dejando ver la falta de infraestructura. Como si esto fuera poco, también se observa desde el año pasado el aumento en combustibles, tarifas, insumos, logística, que para la Sociedad Rural de Rosrio “lleva al aumento de costos hasta niveles insostenibles”.
De todas maneras, la entidad apuntó que “el problema principal que perjudica al extremo al campo y lesiona al conjunto social, es que estamos sometidos a una irracional carga impositiva tanto municipal, provincial como nacional”.
En promedio el estado percibe con impuestos un 66,2% de la venta agrícola, siendo la soja la más castigada con un 71%, el maíz un 45,4%; el trigo 68,7% y el girasol 51 %; “convirtiéndose en un riesgo artificial de exagerada magnitud que debe ser corregido sin excusas”.
Desde la entidad con sede en el corazón agrícola de nuestro pais propusieron “una reducción real de la carga impositiva global, la discriminatoria como en el impuesto inmobiliario, de manera de recuperar la competitividad perdida. Exigimos a todo el sector político se comprometa a reducir su enorme gasto corriente improductivo, ya que es el único de esta sociedad que no ha hecho esfuerzo alguno en eliminar erogaciones superfluas, cargando dicho peso sobre las espaldas de los contribuyentes”.