Con el objetivo de ampliar la oferta varietal de la región, investigadores en mejoramiento genético del INTA Famaillá desarrollaron cuatro nuevas variedades de caña de azúcar. Se trata de L 91-281, INTA NA 89-686, INTA NA 91-209 e INTA CP 98-828. Todas se caracterizan por la adaptación a diversos tipos de suelos y ambientes, buenos niveles de acumulación de azúcares y resistencia a roya marrón –una de las principales enfermedades del área cañera–.
Roberto Sopena, especialista de esa unidad del INTA, señaló que el contexto exige que tengan que ofrecer nuevos materiales genéticos que “superen pisos productivos tanto cuantitativos como cualitativos, brinden mejor adaptación a diversos sitios o ambientes de producción y permitan sobreponerse a barreras relacionadas con la aparición de plagas y enfermedades de fuerte incidencia”.
“La actividad del mejoramiento genético es una tarea continua, que permanentemente presenta nuevos problemas y desafíos a superar”, indicó Sopena durante la presentación de los cultivares que se realizó en el INTA Famaillá.
Asimismo, en la jornada se abordaron otras temáticas vinculadas al rol de la Institución en el sector sucroalcoholero, los principales ejes de innovación tecnológica y los avances del trabajo interinstitucional para la evaluación de cultivares con la Red Caña, entre otros temas.
Luego de 12 años de investigación, selección, multiplicación y evaluación en ensayos de rendimientos, el equipo del INTA Famaillá inscribió las nuevas variedades en el Registro Público de Cultivares del INASE y son comercializadas por la Asociación Cooperadora del INTA Famaillá, como semilla saneada libre de enfermedades sistémicas y de pureza genética garantizada.
De acuerdo con Sopena, las variedades inscriptas buscan cubrir algunos vacíos en varios aspectos. “L 91-281 se adapta a suelos sueltos, su producción es estable en ambientes desfavorables y presenta buena tolerancia a roya marrón”.
En cuanto a INTA NA 89-686, Sopena explicó: “es una alternativa para suelos pesados y con posibilidades de anegamiento. Además ofrece una buena acumulación de azucares hacia la segunda mitad de la zafra y tiene buenos niveles de resistencia a roya marrón”.
Por otro lado, INTA NA 91-209 “es una opción de reemplazo o complemento a otras variedades instaladas, especialmente en sitios o ambientes con restricciones hídricas y de fertilidad, mientras que INTA CP 98-828 es una variedad de muy buena precocidad madurativa con buenos niveles de resistencia a roya marrón y con posibilidad de recambio o complemento de otras variedades sensibles a esta enfermedad, como LCP 85-384”.
Los nuevos cultivares de caña representan una opción para el recambio de las actuales variedades cultivadas. Además, permitirán complementar los lotes donde expresen su mejor potencial.
L 91-281 es de porte semi-erecto y abundante follaje verde claro. Presenta tallos delgados, de color morado intenso, recubiertos por vaina adherida, morada y altura de despuntado uniforme. “Se destaca por su comportamiento productivo en suelos sueltos, de textura arenosa y bajo contenido de materia orgánica”, señaló Arturo Felipe, uno de los integrantes del equipo de mejoramiento genético de Caña de Azúcar de INTA Famaillá.
INTA (NA) 89-686 es de porte semi-erecto, follaje verde intenso, con tallos de peso mediano y color verde pálido. En general, se adapta a suelos húmedos, pesados y con retención temporaria de agua. Según Felipe, esta variedad “es de maduración intermedia, con un nivel sacarino creciente desde la segunda quincena de julio hasta lograr el máximo hacia agosto-septiembre en Tucumán y con mejor precocidad en las provincias de Salta y Jujuy”.
Asimismo, INTA (NA) 91-209 es de porte semi-erecto y de gran altura, con tallo de diámetro delgado, de color verde, vaina poco adherida al tallo, con despunte corto y uniforme. Se destaca por su rápida emergencia y gran vigor inicial de crecimiento, lo que genera una buena competencia con las malezas. Se adapta a suelos bien drenados, pero se recomienda en suelos con poca materia orgánica, debido a que por su gran desarrollo, presenta tendencia al vuelco.
“Registra una maduración de tipo intermedia con buena acumulación de azúcar hacia la primera quincena de julio. Alto tonelaje, especialmente en soca 1 y 2, superando a cultivares similares”, indicó Felipe.
INTA (CP) 98-828 tiene un porte erecto, de mediana altura, tallo delgado de color amarillento, con despunte verde claro y vaina fuertemente adherida al tallo. Requiere suelos con buena temperatura para un mejor establecimiento, su maduración es temprana, con buena acumulación de azúcar desde mayo hasta fines de septiembre. (INTA)