El reciente informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que en Carlos Pellegrini, los primeros lotes sembrados están agotando la poca humedad que queda en los primeros niveles del suelo, por lo que debería llover en la semana próxima para no perder macollos ni condición del cultivo. En Cañada de Gómez, también los macollos están amenazados si no llueve dentro de los próximos 10 días.
En Cañada Rosquín, la humedad de suelo permite llegar al 20 de agosto sin inconvenientes. Pero a partir de esa fecha, con temperaturas más altas y con un cultivo más demandante de agua, comenzarán los problemas. Ahora, se necesitan de 10 a 20 mm que regularicen el crecimiento de los lotes más flojos.
Hacia el sur provincial y en el noreste bonaerense, si bien las reservas son buenas y el trigo está macollando sin limitantes, se necesitaría una lluvia de 15 mm para mantener las buenas perspectivas de rinde. En Marcos Juárez, la reserva de humedad en el suelo todavía es importante. La lluvia en julio de 10 mm cargo la superficie del suelo. Llegando a fin de agosto o principios de septiembre se necesitaría una buena recarga. Hacia el oeste la necesidad de precipitaciones va en aumento: se necesitan de 80 a 100 mm para alcanzar niveles óptimos de humedad.