Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha de girasol alcanzó el 19,6 % de la superficie apta. El rinde medio nacional ascendió a 20,2 quintales por hectárea (qq/Ha) y se estima una proyección de producción de 3.600.0000 toneladas.
Sobre el NEA, el progreso de cosecha habría alcanzado el 70 por ciento de la superficie apta con rendimientos que se ubicaron entre los 13 qq/Ha y 30 qq/Ha. Con un rinde promedio de 19 qq/ha. Respecto a lo que sucede en el Chaco, el ingeniero Martín Canteros aseguró que si bien en diferentes porcentajes se avanzó bastante en la cosecha y se está cerca del final (alrededor de un 30-40 por ciento).
En cuanto a los números provenientes del Ministerio de Producción de la Provincia del Chaco, y recolectados hasta el 12 enero, de las 412.955 hectáreas sembradas, restan cosechar poco más de un 30 por ciento. Recorriendo la provincia, Presidencia Roque Sáenz Peña tiene cerca del 60 por ciento cosechado, con un rinde promedio de 1.7 toneladas (Tn), la zona de Castelli es la más avanzada con un 90 por ciento, y un promedio que varía entre 1.7 a 1.9 Tn, la zona de Las Breñas y Charata (Departamentos 9 de Julio y Chacabuco), llegó a un 70 por ciento de la superficie cosechada, con rendimientos muy variables que van de 700 kilos a 2.8 Tn, y un promedio 1.7 Tn. En el Departamento O’Higgins es donde más retrasados se encuentran con un 45 por ciento en el avance de cosecha, con rindes promedios de 1.5 Tn. Mientras que en la zona de Santa Sylvina, se llegó a un 75 por ciento, con rindes que van desde 1.3 Tn a 1.9 Tn.
El clima, determinante
De todos los factores que inciden en la planificación y desarrollo del cultivo, el clima es el más determinante, y generalmente el menos previsible. Sobre cómo influyó el mismo en la campaña, Canteros detalló que “en el mes de julio casi no sufrió inclemencias climáticas, a lo último le habrá pasado factura en noviembre-diciembre que fue más seco”. “Las fechas de siembra de fines de agosto son las que más sufrieron, porque en plena floración le pegó este déficit de agua que tuvimos de octubre a diciembre, a pesar que las lluvias han corregido un poco, pero no para el girasol. Vemos que hay lugares puntuales en donde llovió muy poco. Lo normal en el último trimestre viene siendo 350 milímetros y antes de las lluvias de fin de año andábamos en un déficit de 150 a 200 milímetros, dependiendo de la región. Hay zonas que estaban por arriba de los 250”.
Rendimientos y semillas
Pasando a la semilla, Canteros manifestó que si bien hay pocos resultados de los análisis de los camiones que se han enviado, “con lo poco que tenemos vemos que los negros como siempre con mejores que los rayados, hay una diferencia en el factor, cuidando el momento de la cosecha y sacando el girasol limpio, sin cuerpos extraños que no nos castiguen el factor directamente, tenemos ese plus de rendimiento en la tonelada, debido a que tiene mayor contenido de materia grasa el negro. La elección depende mucho de la zona, el suelo, el lugar”.
Al traducir la elección de la semilla a rendimientos, Marcelo Sphan explicó “en el mapa de rendimiento los de ciclos cortos, por ahí fueron un poco más bajos. Ahora, en los ciclos largos se están dando mejores rindes, 1700, 2000, 2500, con algunos picos de lotes chicos o algunos picos de monitores de rendimiento de 3000 a 3500 kilos. Creo que el rinde general de los ciclos largos del girasol va a andar alrededor de los 2 mil kilos por hectárea o tal vez un poquito más, con un plus de que estos años se están viendo los primeros análisis de factores que están bastante buenos”.
Los más y los menos
Haciendo un balance general de la campaña que está próxima a concluir, Canteros destacó como positivo que se está fertilizando cada vez más. “No es la solución a todos los problemas, pero es una ayuda. Otra cosa positiva es que están cada vez más están minuciosos al momento de la siembra, de la calidad de la siembra de girasol. Se está sembrando un poco más temprano que otros años creo que por temor a que se nos vaya la humedad a fines de julio eso nos hace cosechar antes, y este coincidió en el momento de llenado de granos muy bueno, con noches frescas y días cálidos que necesita el girasol para cargar aceite”.